Las cuentas de la Universidad de Vigo para 2018 serán las más altas de los últimos ocho años gracias a la captación de fondos europeos para proyectos de investigación. Este esfuerzo permite incrementar el presupuesto en un 4,37% hasta los 172,5 millones de euros y reducir la dependencia de la financiación de la Xunta, la principal fuente de ingresos, en un 2,4%.
El rector Salustiano Mato presentará hoy en el Claustro la última previsión económica de su mandato, que expira en primavera obligado por los estatutos. Su gestión ha estado marcada por los recortes de la Xunta y el Gobierno central que desde 2011 explican la caída de ingresos de la institución hasta alcanzar su nivel más bajo en 2014 -159 millones-. Las cuentas del próximo año seguirán marcadas por la contención pero serán las más elevadas del actual gobierno universitario y se acercarán a los 176 millones presupuestados por el equipo predecesor para el año 2010.
El próximo ejercicio será el tercero dentro del Plan de Financiación Universitaria de Galicia, que seguirá vigente hasta 2020, y Vigo calcula que recibirá 109.032 euros. De esta cantidad, 80.520 euros corresponderán a fondos estructurales y el resto a resultados conseguidos. Aunque la institución defiende el reparto de fondos por objetivos también ha mostrado en los últimos años su disconformidad con la metodología de cálculo de la Xunta.
La aportación del Gobierno gallego crece un 4% respecto a los presupuestos de 2017, sin embargo, el peso de los fondos autonómicos en el capítulo de transferencias corrientes se reduce del 71,4% al 68,9% por el aumento registrado en otros ingresos.
La Universidad destaca el "considerable incremento" de las transferencias de capital -un 11,45%- debido a la consecución de nuevas ayudas para proyectos de investigación y a que en 2018 se renovarán los fondos públicos para Agrupaciones Estratégicas y Centros Singulares de Investigación.
También crecerán los activos financieros -un 29,22%- debido a que ayudas europeas cobradas este año serán ejecutadas en 2018 y siguientes ejercicios, así como el capítulo de tasas, precios públicos y otros ingresos -7,59%-. Esta subida se debe a que la Universidad espera recibir los intereses de demora por la devolución del IVA de 2013 y 2014.
Respecto a los gastos previstos para el próximo año, el Rectorado continúa destinando la principal partida a los gastos de personal. Entre otros factores, la cuantía aumenta un 5,28% por la tasa de reposición -que el ministerio elevó a un 100%- y la inclusión de programas como el Ramón y Cajal y el de ayudantes doctores.
Vigo, cuya plantilla ronda los dos mil empleados entre profesores y personal de administración y servicios, es la universidad gallega que más ha aumentado su gasto en este apartado en los últimos cuatro ejercicios. Su intención en 2018 es promover la salida total de plazas que permite la ley y estabilizar a los docentes interinos que acreditaron méritos para su promoción.
Los gastos en el capítulo VI de inversiones reales crecerán un 9,31% debido a la finalización de proyectos como los asociados a infraestructuras científicas dentro del marco europeo Horizonte 2020, convenios específicos con la Xunta o acuerdos para financiar los Centros Singulares de Investigación.
A pesar del aumento de ingresos, la moderación seguirá marcando la gestión del Rectorado en cuanto a infraestructuras. En 2018, continuarán las obras de la sede institucional de O Berbés, se dotará de mobiliario a la planta taller del Módulo Tecnológico Industrial (MTI) para que puedan ocuparla los grupos de investigación que todavía no se han mudado y arrancarán, durante el primer semestre, los trabajos en la azotea del centro comercial Miralles para habilitar el espacio dedicado a zooteca, litoteca y herbario que fue licitado por casi 50.000 euros.
En Ourense se equipará el edifico del Campus da Auga para que esté plenamente operativo en el primer semestre y se construirá un invernadero para investigación. Y en Pontevedra, se prevé elaborar el proyecto constructivo para convertir en el edificio de Benito Corbal cedido por la Xunta en la sede corporativa del Campus Crea.
