La "borrasca" Ana dejó a su paso fuertes rachas de viento, intensos chaparrones, contenedores volcados y ramas arrancadas de cuajo y arrojadas sobre las aceras, pero también una mejora considerable en la alerta por sequía que vive la comarca desde octubre. Los 163 litros por metro cuadrado (l/m2) que descargó el domingo en Fornelos de Montes, sumados a las precipitaciones de los últimos días, han permitido a la presa de Eiras doblar su volumen de agua embalsada y rebasar el 70% de su capacidad. Si hace una semana Augas de Galicia registraba una ocupación del 37,12% en la presa, ayer elevaba ese porcentaje al 73,4%. El nivel se aproxima al tope máximo decretado en estas fechas, que se fija en 77,7% para dejar un margen de seguridad en caso de que se vuelva a registrar otro aguacero. Desde el Concello aseguran, de hecho, que ahora mismo hay agua garantizada para cerca de seis meses.

"La sequía se acabó, pero quiero seguir recomendando el consumo responsable", apuntó ayer el alcalde, Abel Caballero, quien aseguró que "ya no estamos en situación de alerta" y que, "con toda probabilidad", entre ayer y hoy Eiras alcance su tope máximo del 77,7%. El nivel alcanzado ayer por el embalse es muy similar al que presentaba otros años por las mismas fechas. En 2016, por ejemplo, estaba al 77,8%, un año antes al 78,29% y en 2014 al 76,45%. Las fuertes precipitaciones de "Ana" se dejaron notar también en la presa de Zamáns, aunque en menor medida. Si el domingo, antes de la borrasca, permanecía al 33%, 24 horas después había alcanzado el 38%. Una evolución similar se constató en Baíña, que en solo un día pasó de estar al 24% a acercarse al 40%.

A pesar de reconocer la mejora considerable en Eiras, la Consellería de Medio Ambiente explicaba ayer que no se plantea de momento levantar la alerta por sequía lanzada a principios de octubre. Desde el departamento de Beatriz Mato apuntan que la alerta no solo tiene en cuenta la ocupación de los embalses. Atiende también a otros factores, como las previsiones meteorológicas, los indicadores hidrológicos o las aguas subterráneas. La próxima semana la oficina técnica que controla la medida celebrará una reunión prevista ya desde antes del temporal "Ana". Durante esa cita se hará el seguimiento del conjunto de la demarcación Galicia Costa.

Si en los próximos días se confirmase que ya no hay riesgo de desabastecimiento para la población, sí podría acordarse subir de nuevo el caudal ecológico de la presa de Eiras. Medio Ambiente insiste en la necesidad de mantener un consumo responsable del agua. "Hasta dentro de unos días no sabremos cuánto hemos recortado la excepcionalidad para acercarnos a la normalidad. Lo que necesitamos es que siga lloviendo", declaró ayer a la Cadena SER el director de Augas de Galicia, Roberto Rodríguez.

Calidad del agua

La Xunta vuelve a cuestionar la calidad del agua en la ciudad y varios municipios del área. Sanidade aseguró ayer que las muestras tomadas el sábado por sus propios técnicos han arrojado niveles de hierro por encima de lo permitido en lugares concretos: Sanjurjo Badía y Valladares, en el caso de Vigo; Berducedo, en Moaña; San Esteban de Redondela; y en un punto de O Porriño. En esas ubicaciones no solo se rebasaron los 600 mg/l de hierro, sino que los resultados obtenidos por Sanidade difieren de los aportados por las gestoras locales.

Para zanjar esa discrepancia Sanidade decidió que sus técnicos y los expertos de los municipios realizasen ayer mediciones simultáneas. Sus resultados permitirán decidir a la consellería si desaconseja el consumo del agua. En el caso de que los valores sigan sin coincidir, el departamento autonómico ya avanzó que tomará como referencia sus propios valores. Además, ha pedido a las concesionarias que aclaren sus métodos de medición.

En cualquier caso, la jefa territorial de Sanidade, Ángeles Feijoo-Montenegro, insistió ayer en que, aunque es de "mala calidad", el agua de Vigo "sigue siendo potable" y en ningún caso representa un riesgo para la salud. "Insistimos en que no es un riesgo sanitario, es un indicador de la calidad del agua", anota. Desde Sanidade reconocen que es "aceptable" que los valores se rebasen de forma "puntual", pero si se prolonga en el tiempo deberá estudiar medidas. "El riesgo sanitario siempre sería a la larga". De momento, si los análisis tomados ayer superasen los 600 mg/l de hierro, Sanidade consideraría el suministro no apto para el consumo.

La consellería también reconoce que las lluvias han podido influir en la variabilidad y que "lo más probable es que se vaya normalizando". El viernes, ante una situación similar detectada en Canido -que ya está por debajo de los 600 mg/l-, Sanidade dio por bueno el análisis de Aqualia sin cuestionarlos. En los siguientes días la Xunta divulgó de hecho los sucesivos datos que fue recabando la concesionaria, que defiende la "certeza total" de sus controles y resultados.