Los ordenadores, tabletas, teléfonos móviles o incluso las videoconsolas han relegado a las estanterías a cientos de libros que anteriormente ayudaban a coger el sueño a más de uno o sumergían en mil historias a otros tantos. Esta digitalización ha hecho especial mella en los jóvenes estudiantes, que ven en sus libros de texto del colegio las únicas páginas de lectura (obligatoria). Hasta ahora. Y es que cada vez son más los centros educativos en Vigo que cuentan con clubes de lectura favorecidos por el interés del menor y del propio profesorado en recuperar historias atrapadas entre las hojas de estas obras pero no solo para conocerlas y hablar de ellas, sino también para darles vida. "A partir de estas lectura, los alumnos luego crean sus propias obras que hasta llegan a teatralizar e incluso ilustrar; dibujar lo que ha supuesto la historia para ellos", sostiene Gloria, encargada del club de lectura del Consevatorio Profesional de Vigo. Porque no solo colegios e institutos se apuntan a esta moda. La Escuela Oficial de Idiomas o incluso centros de formación profesional también cuentan en su programación voluntaria estas reuniones de devoralibros.

Son muchos los docentes que avalan las ventajas y destrezas que desarrollan los alumnos que dedican parte de su tiempo libre -en la mayoría de los casos una hora a la semana- a estas reuniones. "Notamos una mejora en sus capacidades en todas las áreas, desde comprensión lectora, versatilidad de vocabulario, creatividad; hay diferencia entre el alumnado que lee con frecuencia y el que no", explican docentes del IES Castelao. Estos clubes no solo mejoran aspectos educativos del estudiante, sino también otras aptitudes sociales. "Al fin y al cabo se trata de una experiencia de convivencia. Nos juntamos después de las clases, comemos juntos y hablamos de libros, son experiencias que mejoran su socialización y crea mejor relación entre el propio alumnado y también con los profesores que dirigen estos clubs", sostiene la responsable del proyecto en el instituto Alexandre Bóveda. En este mismo centro, su aula de biblioteca acogió ayer un club de lectura muy especial: la historia e ilustración del Manga.

Aunque su proceder es muy similar al de un club tradicional -un grupo de alumnos, guiados por un profesor o tutor, que en el recreo, o a la hora de la comida o incluso por las tardes, se unen para comentar las lecturas que tienen entre manos- los profesores a frente de los mismos reinventan esta concepción y la acercan al interés del alumnado. "Apostamos por el Manga porque a día de hoy es un estilo que gusta mucho a los jóvenes; se organizó un taller para que aprendiesen a dibujar también. Queremos que sea algo ameno y de su interés, que despierta no solo su gusto por la lectura sino también que llegue a otras artes. Por ejemplo, con la obra del autor Francisco Lorenzo los chicos aprendieron la historia y crecimiento de Vigo, son experiencia que no encuentran en el aula pero que a ellos les encarta y les sorprendió mucho", explican desde el centro de Coia. Misma opinión respaldan en el IES Castelao. "El año pasado trabajamos sobre el último libro de Harry Potter, por ejemplo. Pero también manejamos libros de Julio Cortázar u otros escritores gallegos, la tipología varía según la edad. Tenemos varios clubes de lectura, uno para los de 1º, 2º y 3º de la ESO y luego los de Bachillerato; seremos cerca de 100 escolares en estas reuniones", apuntan desde el centro educativo.

Visitas del propio autor

Otra de las prácticas habituales de estos clubes es la presencia del autor de las obras. Así, el CIFP Manuel Antonio contó en una de sus sesiones con la presencia del vigués Manuel Esteban, Premio Xerais de Novela 2016, y escritor de A ira dos mansos. "Explicó a los asistentes cómo surgió su novela y aportó un punto de vista sobre la misma que no hubiera tenido sin ser por él", explicaba su director. Aquí los participantes del club e lectura no solo son adultos, sino también profesores y hasta miembros del equipo de mantenimiento. "Tenemos una de las bibliotecas de mayor volumen por lo que nos gusta sacarle partido a todas las historias que guarda", señala la dirección del centro de formación profesional de la ciudad.