La estampa de terrazas de bares con sombrillas, mesas, sillas y toldos de diferentes formas, alturas o colores a solo unos pasos tiene los días contados. La nueva ordenanza en la que trabaja el Concello y que -según prevé- estará lista a lo largo de 2018, obligará a los locales de una misma zona a guardar una "uniformidad". En la práctica eso supondrá que el mobiliario externo de los diferentes establecimientos dispersos por una plaza, por ejemplo, deberá mostrar un aspecto similar y cierta harmonía.

Desde el Ayuntamiento avanzan que la medida no busca que los negocios tengan que usar las mismas sombrillas o mesas, sino velar por que se ajusten a "una línea" para cuidar el atractivo turístico de la ciudad. Por esa misma razón empezará a aplicarse en las zonas más concurridas. En cualquier caso, no será hasta que la ordenanza esté terminada y haya superado toda su tramitación administrativa.

La estética de las terrazas no será el único aspecto que aborde la nueva norma. Uno de sus grandes objetivos es mejorar la "convivencia" con los peatones. Para lograrlo plantea delimitar espacios y contribuir a que los establecimientos respeten la circulación de los peatones. Debido al aumento de estas instalaciones durante los últimos años, su presencia y el espacio que ocupan se ha disparado en algunas calles, en las que conviven -sobre todo en las céntricas- con un intenso trasiego de personas.

Otro de los puntos en los que centrará su atención la ordenanza es en el tipo de mobiliario que usan los locales. El texto prohibirá el anclaje de las estructuras a los edificios, una práctica que ya ha provocado expedientes en la ciudad. Hace unos meses el Concello advirtió a varios negocios situados en la calle Montero Ríos que debían retirar los toldos que habían fijado sin permiso a edificios históricos. La ordenanza también abordará el uso de estructuras ligeras, permanentes y fácilmente desmontables.

Uno de los aspectos que valora regular la futura norma es la publicidad de merchandising en el mobiliario exterior, algo muy relacionado con uniformizar los espacios y cuidar su aspecto. Desde Praza do Rei reconocen sin embargo que es un planteamiento que todavía se está "barajando". En lo que sí han decidido incidir es en la necesidad de que cada negocio cuide la limpieza de la zona que ocupan sus sillas, mesas y sombrillas.

Proliferación de terrazas

A lo largo de los últimos años el número y tamaño de las terrazas se ha incrementado en la ciudad, una tendencia que se explica por varios factores. Uno de ellos, clave, es la prohibición de fumar dentro de los establecimientos. Para seguir atrayendo a la clientela fumadora, los locales habilitaron sus espacios exteriores, invirtiendo en mamparas para protegerlos del viento y la lluvia, sombrillas más resistentes e incluso sistemas de calefacción exterior para mantener la temperatura de noche o durante los meses de otoño e invierno. En verano hay negocios que incorporan también sistemas de aspersión para refrescar. Esa inversión se tradujo en un aumento del peso de las terrazas en las cuentas de los hosteleros. Durante los meses de mayor actividad suponen un motor clave.

Igual de determinante fue la política de tasas aplicada por el Concello, que en 2010 decidió abaratar el canon que se cobra a esas instalaciones y aprobar la bautizada como "tasa cero". Prueba del impacto que tuvo en el sector es que ese año los técnicos municipales recibieron 300 peticiones para instalaciones exteriores. Solo un año después, en 2011, ya con la "tasa cero" el número se disparó a 507.

La aprobación de una nueva ordenanza que se adapte al nuevo escenario es una reivindicación de los hosteleros. Su federación provincial ya advirtió de que el texto actual está "muy obsoleto" y urge una regulación que tenga en cuenta los cambios y novedades.