En la ceremonia celebrada ayer en la base General Morillo de Figueirido, el general jefe de la Brigada, Antonio Romero Losada, confirmó que la unidad afronta un 2018 intenso, como el año en que regresarán a las rotaciones en misiones internacionales después de finalizar su compromiso como Brigada de Alta Disponibilidad de la OTAN, este último ejercicio en situación de reserva. Las dos misiones que se presentan en el horizonte son las ya conocidas, en Líbano y Mali, y el general precisó ayer que ambas supondrán la movilización de entre 700 y 800 militares a partir de noviembre de 2018.

Al país africano serán destinados unos doscientos efectivos entre en el cuartel general de Bamako como en el campo de entrenamiento de Koulikoro. Más personal conllevará el despliegue en Líbano, en donde 500 efectivos serán desplegados en el sector este de la frontera con Israel.