Los últimos análisis del agua en los municipios pontevedreses de Vigo, Moaña, Redondela y Soutomaior evidencian parámetros altos, pero que no superan los límites aconsejados, así que por el momento no se adoptarán restricciones de su uso tanto para beber como para cocinar, aunque la Xunta seguirá con los muestreos para garantizar que los niveles no se disparan.

En rueda de prensa, la jefa territorial de la Consellería de Sanidade, Ángeles Feijóo, ha señalado que se trata de agua potable, pero ha advertido que es "agua de muy baja calidad", porque todos los parámetros en estos municipios se sitúan por debajo de los límites legales, pero están altos.

La Xunta había notificado el jueves por carta a estos ayuntamientos del área de Vigo que presentaban valores "por encima de los límites establecidos en la normativa vigente del agua de consumo humano" y había puntualizado que esos "valores anormales" no suponían un riesgo sanitario por el momento, aunque "de mantenerse en el tiempo obligarían a tomar medidas", como decretar que el agua no era apta para la ingestión.

Tras las mediciones de la Xunta, fueron los gestores de los servicios municipales de agua los que trasladaron sus propios datos para confirmar si se ratificaban los parámetros anormales. Como no ha sido así, por el momento no se restrinje el consumo humano de agua en ninguno de los municipios en los que habían saltado las alarmas.

En cuanto a Vigo, la Xunta no dispone de nuevos datos después de los recibidos por Aqualia, concesionaria del servicio, durante la tarde de este viernes, que revelaron 514 microgramos por litro de hierro a la salida de la ETAP de O Casal, un parámetro que se elevó a 559 microgramos por litro en el punto de la red en Canido donde se habían disparado los valores.