Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Los planes para blindar el arraigo del club en la urbe gallega

El Celta negocia con Abanca la compra del Fraga para apuntalar su proyecto social

Hace una oferta para relanzar el emblemático inmueble, uno de los símbolos más queridos de la ciudad, y rematar su rehabilitación - Su propuesta es crear un gran espacio cultural y de ocio para disfrute ciudadano

Fachada del Teatro Fraga, cuya rehabilitación está en suspenso desde 2011. // Marta G. Brea

El Celta podría dar un nuevo paso en su objetivo de reforzar su patrimonio con la compra del emblemático Teatro Fraga, propiedad de las antiguas cajas y ahora de Abanca. El club ha hecho llegar al banco que preside Juan Carlos Escotet su interés por adquirir el inmueble, uno de los símbolos arquitectónicos más queridos de Vigo que forma parte de su memoria histórica.

Los planes de la entidad celeste pasan por apuntalar su arraigo en la ciudad, conforme a su idea de que la adquisición de más patrimonio supone la mejor manera de anclar el equipo en su territorio y garantizar su supervivencia futura.

La compra del Fraga, de llegar a cerrarse, entraría en esa filosofía de Mouriño al frente del Celta, si bien en este caso, el objetivo no pasaría por hacer de la operación una de sus prinicipales fuentes de ingresos alternativos, como puede suponer el centro comercial unido al complejo de la ciudad deportiva que proyecta en Mos o la propia sede social que erige en Príncipe en el antiguo edificio del Mercantil, sino una manera de implicarse en la ciudad y de devolverle a ésta parte de lo que le ha dado y sigue dando al club.

La idea que pretende desarrollar el Celta en el antiguo Fraga en caso de que la operación prospere es crear un gran espacio único cultural y de ocio en pleno centro de Vigo, al estilo de la experiencia del centro Platea en Madrid. La propuesta pasa por convertirlo en exponente de una amplia programación de espectáculos culturales de todo tipo -conciertos, teatros, conferencias ...- combinados con la gastronomía y el entretenimiento.

El club persigue de esa manera darle una solución al inmueble y devolver la vida a un espacio único de la ciudad frenado sin plan de usos alguno desde la crisis que acabó con las cajas.

Según ha podido saber FARO, el club que preside Carlos Mouriño ya ha hecho llegar a Abanca una oferta para adquirir el complejo y proceder después a concluir las obras de rehabilitación todavía pendientes.

De momento, las negociaciones se encuentran en una fase preliminar por lo que todavía es pronto para vislumbrar si las negociaciones en marcha podrían conducir o no a un acuerdo final.

Representantes del Celta inspeccionaron hace unas semanas el interior del inmueble y se han interesado también por conocer la disposición del Concello a la hora de poder desarrollar su iniciativa en el ámbito urbanístico. Los usos pretendidos por el Celta se ajustarían a las condiciones de ocio y cultura fijadas en la normativa en vigor para ese espacio.

Las diferencias se centran en estos momentos en la cuantía de lo que el club está dispuesto a pagar y lo que Abanca pretende ingresar si finalmente decide desprenderse del antiguo teatro, que todavía tiene pendiente rematar su rehabilitación integral. En caso de venta, sería el club el que se encargase de terminar las obras. Precisamente, Escotet había propuesto hace año y medio en un acto en Vigo convocar un concurso de ideas para darle uso al Fraga y cifró en siete millones el coste de la rehabilitación que queda por completar.

Por otra parte, el club y Abanca siguen negociando sobre la esponsorización del campo de Balaídos, que pasaría a llamarse Balaídos Abanca al igual que la entidad financiera hizo con el Deportivo en Riazor. El acuerdo sería por 20 años pero todavía no se ha llegado a acuerdo.

Una reforma acabada al 85% y paralizada desde hace seis años

  • La rehabilitación del Teatro Fraga y su reapertura al público es la crónica de una frustración. Cuando en 2001 Caixa Galicia anunció la adquisición del inmueble,levantado en 1942, para reformarlo y convertirlo en el buque insignia de la caja del norte en el sur de Galicia, pocos podrían imaginar que la iniciativa se estancaría hasta quedar arrumbada. Y mucho menos cuando en 2007 se presentó el proyecto del arquitecto César Portela. Una rehabilitación de 25 millones de euros para abrir un extraordinario espacio cultural, presidido por un auditorio con 1.200 butacas, una biblioteca, una sala multiusos y un centro de nuevas tecnologías. En total, una superficie de 7.000 metros cuadrados. El estreno se fijaba para 2010. Sin embargo, problemas primero por las exigencias de más dinero de la constructora, que obligaron a retrasar durante más de un año las obras, y más tarde con la propia Caixa Galicia, que acabó dejando de existir tras estar técnicamente en quiebra, dieron al traste con el proyecto, cuando ya estaba ejecutado al 85%. Así que desde el verano de 2011 el Fraga y los vigueses esperan que alguien concluya la actuación y se reabran sus puertas.

Compartir el artículo

stats