El grupo Ecobiomar del IIM-CSIC acumula décadas de estudio sobre el pulpo común y, en los últimos años, ha revelado su comportamiento en el medio natural gracias a las campañas desarrolladas en Cíes. Ahora arroja luz sobre el pulpo blanco o cabezudo - Eledone cirrhosa-, una especie de menor tamaño y que habita en aguas más profundas. El biólogo Marcos Regueira es el autor de una tesis pionera realizada entre el centro vigués y la Universidad de Aveiro que fija por primera vez la edad de los ejemplares y su dieta además de registrar conductas hasta hoy desconocidas.

Regueira, que obtuvo la máxima calificación académica, desarrolló su trabajo con fondos de la Xunta y de la Fundación para la Ciencia y la Tecnología de Portugal. El estudio se basa en muestras de pulpo blanco de aguas gallegas y del norte del país luso, aunque su distribución se extiende por el Mediterráneo y el Atlántico noroeste hasta Escocia y Noruega.

"Es una especie de fondo. Vive en la plataforma continental gallega a partir de 100 metros de profundidad, pero a principios de verano las hembras se acercan a la costa para desovar. Gracias a un barco de pesca que faenaba en el exterior de las Cíes pudimos conseguir algunos de estos ejemplares, conservarlos vivos en los acuarios y observar sus pautas de comportamiento. Fue una alegría y una suerte cooperar con estos marineros porque se trata de una especie difícilmente conseguible y observable. Era casi utópico. El resto de las muestras las obtuvimos en lonjas", explica.

Esta migración estacional también se refleja en las cifras de capturas, que se reducen en mayo y junio. "Los pulpos que se reproducen mueren y los del año anterior todavía no tienen talla para entrar en las artes de los arrastreros", apunta.

Regueira también estudió el contenido de los estómagos, tanto a simple vista como con análisis genéticos, para desvelar una dieta basada fundamentalmente en crustáceos y peces: "Aunque también se alimentan de moluscos, estrellas y poliquetos. Son bastante generalistas".

Su alimentación aporta además una visión del resto de la fauna que habita en los mismos fondos arenosos de la plataforma continental que explota la flota de arrastre. "El conocimiento del ecosistema es clave para conocer estos hábitats y valorar si la pesca se realiza bien o mal", plantea.

Asimismo, la tesis incluye información a tener en cuenta para la cría en cautividad de esta especie y del pulpo común, un logro que persigue la comunidad científica desde hace décadas: "La tasa de crecimiento de los cefalópodos es muy elevada y tienen mucho interés para la acuicultura. Conocer la dieta en el medio salvaje es clave y los avances en una especie pueden ser aplicables a otras".

Otro de los hitos de la tesis fue determinar por primera vez la edad de 122 ejemplares a partir de sus estiletes, una especie de espinas insertadas en su musculatura. Las hembras alcanzaban un máximo de 17 meses y los machos, de 14.

A pesar de su nombre, el Eledone cirrhosa tiene un tono anaranjado en la mayoría de su cuerpo, salvo en la parte dorsal, y sus brazos son más cortos que los del pulpo común. "Las hembras son las de mayor tamaño. En el Mediterráneo rondan el kilo y en Escocia pueden llegar a 2. Aquí tienen una talla intermedia, con un máximo de 1,3".

Regueira defiende su "potencial" comercial: "En el Mediterráneo tiene un interés económico y gastronómico importante. Su consistencia es diferente a la del pulpo común, más parecida a la de la sepia, pero es cuestión de explorar. Las 1.500 toneladas declaradas que se comercializan son una cantidad notable".

Marcos Regueira - Autor del estudio

"Las hembras se acercan a la costa a principios de veranos para desovar"