La Navidad llegó oficialmente a Vigo el pasado sábado con el encendido del alumbrado público que desde entonces ilumina los principales rincones del centro de la ciudad. Sin embargo, esta época del año no se entiende sin el tradicional belén. Casa das Artes inauguró ayer uno muy especial. Más de 300 figuras repartidas en cien metros cuadrados forman un Nacimiento de lo más variopinto que decora uno de las salas del inmueble.

No fue fácil dar vida al belén. En su elaboración estuvieron inmersas 30 personas que necesitaron alrededor de tres años de trabajo para confeccionar, una a una, todas las figuras que lo componen. El precio de alguna de ellas asciende a miles de euros.

En el Nacimiento no falta ninguna de las figuras tradicionales, que miden 25 centímetros de alto. José, María, Jesús, el burro, los tres Reyes Magos... No falta nadie. Además, también se han añadido guiños a la ciudad. En diferentes localizaciones del belén se pueden encontrar la lonja viguesa, la iglesia románica de Bembrive o las ruinas de Toralla.

Este belén a escala se une al que ya lleva varios días instalado junto a la Iglesia de Santa María en el Casco Vello. En este caso está formado por figuras a tamaño real que se iluminan durante la noche.