Es la última alternativa que baraja el Concello de Vigo, pero sigue sobre la mesa como recurso de emergencia al que recurrir en caso de que siga sin llover durante las próximas semanas o se produzca alguna demora en la ejecución del bombeo pactado entre la Xunta y los concellos de la cuenca Galicia Costa para reforzar el caudal de Eiras. La Concejalía de Fomento y la firma Oceánica Water analizan desde el 2 de noviembre la viabilidad de transportar agua en barcos hasta el puerto de Vigo para garantizar el suministro de la ciudad. El alcalde reconocía ayer que esta solución "es técnicamente muy compleja y a día de hoy no hay ninguna garantía de que pueda materializarse", pero sigue en estudio porque reconoce que la situación de sequía es "límite" y requiere estudiar "todas" las opciones existentes.

Un día después de que la conselleira de Medio Ambiente se "atribuyese" la idea, Abel Caballero quiso dejar claro que el gobierno vigués lleva casi un mes trabajando en esta propuesta ya "avanzada" y que ante la sequía que padece todo el país, optaría por traer el agua desde Burdeos "prepotabilizada" para que su distribución pudiera ser casi inmediata una vez que llegara a la ciudad. Sería necesarios tres barcos para cubrir la demanda diaria de 90.000 m3 de agua y se necesita día y medio de travesía, lo que dispararía enormemente los costes. El plan resulta "carísimo", tanto que desde Praza do Rei evitan por ahora ponerle cifras. Apenas hay datos de referencia. En Palma gastaron en agua 12 millones en tres años y Barcelona llegó a proyectar un gasto mensual de 22 millones durante la grave sequía de 2008.