La Policía Local de Vigo desarrolla esta semana una campaña de control y vigilancia a las puertas de los centros escolares para supervisar que los autobuses que transportan a los alumnos cumplen con la normativa de seguridad. Se trata de una iniciativa que se desarrolla en paralelo a la campaña de la Dirección General de Tráfico en esta materia.

Se trata de controles sorpresa que ya se han realizado en año anteriores y en los que los agentes analizan si los vehículos cumplen con todos los requisitos técnicos relacionados con la seguridad infantil. Pero también revisan la documentación y la labor de conductor y acompañante de los menores para garantizar que el traslado se realiza acorde con la normativa vigente.

Antes de que los infantes se bajen del autocar, los agentes acceden y verifican que cada uno ocupa su propia plaza y que se están empleando todos los sistemas de retención disponibles, como los cinturones de seguridad. También supervisan el tacógrafo, la ITV e incluso, de presentar síntomas de embriaguez, podrían llegar a practicar la prueba de alcoholemia a los conductores.