Mal día para tomar un taxi. La huelga del sector por las licencias VTC (de firmas como Uber o Cabify) está dejando paradas de taxis vacías. En Vigo hay 550 taxis y los servicios mínimos son de 150, lo que está dejando paradas vacías, como la de la estación de autobuses, o con muy pocos coches, como las del centro.

Los taxistas se quejan del incumplimiento del ratio de licencias para vehículos VTC, que denuncian además que pagan menos impuestos y que su coste es de 36 euros frente al de más de 90.000 de un taxi. La manifestación central se desarrolla en Madrid. En Vigo, miembros de Elite Taxi aseguraron a este periódico que el seguimiento de la huelga supera el 90%.

Huelga de taxis contra Uber y Cabify

Desde las 06.00 horas, montarse en un taxi es una tarea imposible en las grandes ciudades, excepto para los servicios en hospitales, urgencias, aeropuertos y estaciones. Fedetaxi, la Asociación Caracol, Antaxi, Elite Taxi (FETE) y Plataforma TNT confían en que el 100 % del colectivo se detenga hasta las 06.00 horas del jueves.

Además, desde las 11.00 horas estas asociaciones han convocado en Madrid una manifestación, que podría congregar a más de 20.000 personas en una marcha que comenzará en la Glorieta de Atocha y concluirá dos horas después en la Plaza de Neptuno, próxima al Congreso de los Diputados.

Más de 20 taxis de época abrirán la marcha como expresión de la solicitud de mayores medidas proteccionistas ante la irrupción de servicios como Uber o Cabify, las plataformas que ponen en contacto a usuarios con chóferes que conducen vehículos con la pegatina VTC en el cristal trasero.

La ley que regula los servicios tipo Uber y Cabify

La legislación vigente contempla que por cada 30 licencias de taxi pueda coexistir 1 de VTC. Sin embargo, los taxistas insisten en que ese ratio se ha vulnerado. Incluso, tras la reciente sentencia del Tribunal Supremo que permitirá 80 nuevas concesiones de licencias VTC, creen que en los próximos meses podrían circular 10.000 coches más con pegatina VTC y "poner aún más en peligro" el marco legal.

Los taxistas claman a las administraciones por un mayor control sobre esta actividad competidora. Se quejan de sus precios más bajos que rompen el mercado, de eludir las obligaciones fiscales, de una falta de seguridad, de intrusismo y de prácticas ilegales en la recogida de viajeros, entre otras cuestiones.

Uber y Cabify, en cambio, mostraron su satisfacción por la decisión del Supremo y dijeron que favorece a los ciudadanos y a su derecho a elegir entre diferentes alternativas de movilidad.

El Gobierno, por medio del Ministerio de Fomento, ha intentado calmar los ánimos del gremio de taxistas por medio de un nuevo real decreto que regule la actividad VTC y que evite el fraude y la especulación. La norma podría ver la luz a finales de año.