Vigo diseña un plan de adaptación para que el sector acuícola español afronte las consecuencias del cambio climático. El Campus del Mar lidera un consorcio integrado por investigadores, tecnólogos y empresarios de Galicia y Andalucía que estudiará los impactos de las alteraciones de temperatura o salinidad en las plantas de rodaballo de nuestra comunidad y en las jaulas de lubina y dorada del Mediterráneo para plantear medidas de choque y la manera de implantarlas.

El proyecto Aquadapt, seleccionado por la Fundación Biodiversidad entre casi 400 propuestas, celebró esta mañana una jornada de presentación en el campus vigués a la que asistieron científicos y representantes del sector. El director del Campus del Mar, Emilio Fernández, se refirió a la complejidad de la iniciativa -agrupa a físicos, biólogos y economistas de las universidades de Vigo y Santiago- y a la integración de investigadores y empresarios.

"Existe conocimiento en ambas partes y de esa unión surgirá un plan de adaptación que no quede en un mero ejercicio académico, sino que sea aplicable. Y los resultados no solo serán de interés exclusivamente local, sino para todo el Estado", subrayó.

Juan Manuel García de Lomas, gerente del Centro Tecnológico de la Acuicultura de Andalucía (CTAQUA), expresó su confianza en que el proyecto permitirá al sector mantener un incremento normalizado de la producción y "seguir manteniendo una situación de protagonismo como actividad garante de una alimentación saludable y sabrosa".

El proyecto arrancó en septiembre y finalizará en junio de 2018. En el encuentro celebrado en el campus también intervinieron Antonio Villanueva, coordinador técnico del Centro de Investigación Marina de la Universidad de Vigo, así como Ramón Gómez Gesteira, catedrático de Física Aplicada en el campus de Ourense, Alicia Estévez, catedrática de Microbiología y Parasitología de la Universidad de Santiago, y Juan Manuel Fernández Aldana, coordinador de la Red de Experimentación Marina de Acuicultura (REMA-Apromar)