Alcanzar el éxito empresarial y personal depende de numerosos factores, algunos al alcance de la mano y otros dependientes del azar. Sin embargo, pocas cosas llegan esperando en el sofá. Eso lo sabe Anxo Pérez, conferenciante y fundador del programa "8Belts", que mañana impartirá una charla a los alumnos de la última promoción del Centro de Estudios Aloya -que este año celebra su 50 aniversario- durante el acto de entrega de diplomas. Pérez habla nueve idiomas, toca otros tantos instrumentos musicales y ha escrito dos libros. Todo ello le sirvió para trabajar con Barack Obama. Este conferenciante gallego aplaude la forma de trabajar del centro vigués. "Están haciendo las cosas muy bien y es un honor estar con ellos", apunta.
-¿Es posible conseguir todo lo que uno se propone?
-Por supuesto que sí. La clave no está solo en las ganas que cada uno ponga, sino en dirigirlas con sentido. Cada proyecto tiene un camino que te acerca al éxito y otro que te aleja. Lo que hay que hacer es aprender a coger el correcto.
-En casos como el suyo, ¿existe el fracaso?
-A mí me colocan en un pedestal que no me corresponde. Tengo mucho más que aprender que enseñar y, como todos, me he llevado batacazos. Lo que cada uno debe hacer es centrarse en los peldaños que le quedan por subir y no en los que ya ha superado. Así aumentará su humildad y no su ego, algo básico en el mundo empresarial. Yo nunca había soñado con todo lo que he conseguido, pero por el camino ha habido muchos fracasos. Aquel que quiere acertar mucho antes debe fallar en numerosas ocasiones.
-Usted tiene la agenda completa cada día del año. ¿Cómo se puede tener éxito en múltiples campos sin apenas tiempo?
-La gente me pregunta cuántas horas duermo y lo importante no es eso, sino aprovechar al máximo las horas que estás despierto. Este año soy presentador de televisión y me consume mucho tiempo, pero si te sabes organizar puedes hacer de todo. Me siento un privilegiado por estar tan atareado. No es ningún marrón.
-Creó un método para aprender idiomas en ocho meses y, sin embargo, mucha gente desconfía de este tipo de programas. ¿Qué tiene de diferente el suyo?
-Sobre todo mucho trabajo detrás. Invertimos más de 40.000 horas para desarrollar un programa basado en un ranking matemático según el uso que tiene cada palabra en una lengua. Al final los resultados están ahí y nos han permitido crecer un 400% cada año y estar presentes en más de 50 países.
-España siempre aparece a la cola en el aprendizaje de idiomas. ¿Qué es lo que falla?
-La culpa de que las personas que intentaron aprender un idioma no lo consiguieran es del método. Da igual la edad o su nivel cultural, si el método es efectivo todo el mundo puede hablar un idioma extranjero. Ahora mismo, casi todas las grandes empresas españolas trabajan con nosotros.
-Entre sus muchos trabajos destaca el de ser intérprete de Barack Obama. ¿Cómo se llega hasta ahí?
-Con Obama trabajé a través de la televisión, nunca llegué a hablar cara a cara con él. Lo que me abrió las puertas de ese puesto fue colaborar con el FBI. Ahí sí que estuve metido de lleno y participé en multitud de procesos jurídicos y en redadas propias de Hollywood. La oportunidad surgió cuando apenas tenía veinte años y no sabía qué hacer con mi vida. Lo que sí tenía claro es que no quería estar quieto y gracias a mis inquietudes conseguí lo que tengo hoy en día. Ésa es la clave de mi éxito, no quedarme parado.
