Cuando los operarios que trabajan en el derribo del antiguo Hospital Xeral empezaron a retirar los falsos techos de la construcción semicircular que daba acceso a la torre y que deben demoler dentro del proyecto de la futura Ciudad de la Xustiza, a finales del pasado mes de octubre, se encontraron con la sorpresa. No solo algunas cubiertas, sino también la estructura de varios de los anexos construidos alrededor de la torre, tienen amianto en el forjado. La Unión Temporal de Empresas formada por XAC y Orega calcula que son 11.000 los metros cuadrados de placa de fibrocemento afectados y que hay que retirar. Esto supone un sobrecoste de 700.000 euros y también un aumento de los plazos.

La obra de demolición, adjudicada por 1,85 millones de euros, debía estar finalizada este mes. La empresa calcula ahora que la retirada de todo el amianto concluirá a finales de febrero y, luego, necesitarán algunos días más de marzo para concluir tareas pendientes. De todos modos, la fase constructiva que sigue a la demolición aún no ha salido a licitación. Lo hará "en breve", garantizó ayer Vicepresidencia de la Xunta.

Las obras de retirada de amianto deben contar con una autorización previa del Instituto Galego de Seguridade e Saúde Laboral (ISSGA). La UTE ya ha presentado el plan para obtenerla. Deberá subcontratar los trabajos a una empresa especializada. Se montará una burbuja de plástico alrededor de las zonas afectadas y se conectará una aspiradora para absorber las partículas que se desprenden al manipular las placas.

El amianto encontrado está "inerte". Es decir, que no entraña riesgo a no ser que se manipule. De hecho, las mediciones de contaminación del aire no han detectado nada. Lo han encontrado tanto en el anexo semicircular, como en el construido con posterioridad -en 1985- y que albergaba las urgencias. Los dos van a ser demolidos por lo que deben retirarlo todo antes. Está en los forjados -en concreto, en chapas de doble onda de fibrocemento-, algo muy poco común, según explican desde la UTE.

Estas zonas concentran casi el 70% del amianto detectado, pero este elemento cancerígeno también está presente en otras zonas que se van a mantener en la futura Ciudad de la Justicia, como en cubiertas de los anexos que dan forma de "H" a la planta de la torre. Serán retirados antes de la fase de construcción. Mientras tanto, los operarios realizan trabajos de desmontaje en las zonas en las que pueden trabajar sin manipular el amianto.

El edificio que mantiene el uso sanitario en Pizarro -centro de salud, PAC rehabilitación, FIV y salud mental- fue construido en 2003, cuando ya estaba prohibido usar el amianto.