Vigo quiere ocupar el espacio que le corresponde y se le debe en la Galicia del futuro. Ésta fue una de las máximas que defendió ayer el alcalde y presidente de la Federación Española de Municipios, Abel Caballero, ante una nutrida representación de las fuerzas vivas de la ciudad durante su intervención en el coloquio organizado por Fórum Europa. En él participó también el presidente de Itínere, Pedro Pérez. "La estructura general y política de Galicia sigue funcionando con las pautas de finales del siglo XIX y principios del XX. Pero la Galicia del siglo XXI es muy distinta y está experimentando la gran emergencia de Vigo, que quiere y necesita su espacio. Intentar llevar adelante a Galicia sin ella o contra ella es una tarea inútil. Vigo tiene que ocupar su espacio en la Galicia del futuro y del progreso, es una deuda histórica", remarcó.

Pero Caballero fue más allá. Puso el modelo de Vigo como "ejemplo a seguir" en España. Y contrapuso la "inestabilidad" general, con la "estabilidad económica y política" del Concello vigués. "Vamos a un nuevo modelo desde el ámbito local que es extrapolable al autonómico y al nacional. Un proyecto que no es ni del PSOE, ni de Abel Caballero, sino colectivo", resaltó. "Las ciudades son un fenómeno emergente e imparable. Todo pasa en las ciudades. Somos el factor de cohesión y de la nueva política. Los que damos respuesta a tantas demandas de tanta importancia", citó para defender una reforma constitucional con un modelo que dote de mayores competencias a los gobiernos municipales. "Ya no somos los Ayuntamientos de la mitad del siglo XX que solo arreglaban baches; somos Ayuntamientos que entramos en espacios, que coordinamos, pero que no tenemos las competencias", lamenta.

Sobre el papel de Vigo en Galicia -prosiguió Caballero- deben saldarse "deudas históricas". Entre ellas citó el Área Metropolitana. "Fuimos siempre generosos, pero esa deuda está sin saldar", afirmó poniendo como ejemplo la aceptación de decisiones como la elección de la capital de Galicia, de las capitales de provincia o la ubicación en otras urbes de organismos como el TSXG. Un fracaso del que culpa directamente a la Xunta, la única institución con la que -dijo- el Concello tiene "problemas de relaciones" y "serias" disensiones. "No veo que entienda a esta ciudad", enfatizó. No así con Puerto o Zona Franca, desde donde valora que se haya dejado de hacer política. "Hay una cohesión total entre la acción del Puerto y la de la ciudad. Y, por primera vez en bastante tiempo, Zona Franca está centrada en Zona Franca", aseguró. Igualmente, manifestó que la relación con el Gobierno central es "razonable", aunque con "luces y con sombras". Le reprochó la "marginación" de Vigo respecto al AVE directo a Madrid.

En sus críticas a la Xunta, Caballero citó el "intento de cerrar" el aeropuerto, "no apoyar el AVE directo" a Madrid, el actual conflicto con la sequía o su "falta de respuesta" al enlace de Buenos Aires en la AP-9. Al respecto, advirtió que si antes de final de año no hay ningún movimiento por parte del Gobierno gallego, revisará los permisos de los 850 camiones que se canalizan por Sanjurjo Badía.

El acento lo puso en el Área: "La consiguieron paralizar. Se aprobó como Ley ante el temor que hubo en algunas instancias por el resultado electoral de las Elecciones Municipales de Vigo. Produjo tal pánico que inmediatamente se aprobó. Y cuando el gobierno autonómico actual tuvo mayoría absoluta, se olvidó del compromiso, la llevó a los tribunales y la paralizó". Caballero asume que habrá que esperar a 2019. "Le quiero decir a la ciudad que habrá Área Metropolitana. Después de las siguientes Elecciones Municipales la ciudad va a hacer y conseguir que se retome", predijo.