Las fuertes rachas de viento que se registraron ayer dejaron una intensa jornada en el parque de bomberos y la comisaría de la Policía Local. A lo largo de la mañana y hasta última hora de la tarde los primeros se movilizaron 14 veces por incidencias relacionadas con la borrasca. Los segundos también recibieron numerosos avisos. En ambos casos las intervenciones las motivaron árboles caídos, vallas, contenedores y pivotes arrastrados a la calle o cables desprendidos, entre otros sucesos ocasionados por el viento. El incidente de mayor gravedad, el único que dejó un herido, se registró sobre las cinco de la tarde en la calle Roupeiro, cuando se rompió la ventana de un segundo piso y los cristales cayeron sobre una persona causándole heridas leves.

Los agentes municipales también tuvieron que intervenir en Camposanco, donde un eucalipto se desplomó en medio de la calzada, muy cerca del invernadero; o en Gregorio Espino, avenida que también registró un suceso similar cuando el viento hizo que un árbol cayese sobre un turismo.

Los bomberos tuvieron que desplazarse a Samil por dos árboles o a la calle Lalín, debido al riesgo que podían representar las chapsa de un cobertizo.

En el conjunto de Galicia el Centro del 112 gestionó 77 incidencias, de las que 25 se anotaron en la provincia de Pontevedra. Vigo, con 8, fue el municipio con mayor actividad. Desde el 112 apuntan que en Coruxo el viento tumbó el vallado de una parcela.

La causante del desprendimiento de ramas, el movimiento de vallas o incluso el volcado de algunas motos fue la intensidad del viento. Según los datos recabados por Meteogalicia, en el campus llegaron a alcanzarse rachas de 94,3 kilómetros por hora. En Cíes ese valor fue incluso superior y se alcanzaron los 96,1 km/h, mientras que la estación situada en el puerto contabilizó 77,8 km/h. Esos valores están lejos sin embargo de los 114,1 km/h de Castro Vicaludo.

El temporal también propició que ayer atracara en Vigo el crucero Oceana, que tenía programado recalar en A Coruña. El buque procedía de Southampton con una expedición de cerca de dos mil pasajeros británicos que se dirigen a Cádiz, Gibraltar y Lisboa. En Lavacolla y Alvedro dos vuelos procedentes de Madrid tuvieron que regresar a la capital sin poder aterrizar en sus respectivos destinos.

Debido a la borrasca Mar de Ons y Nabia decidieron suspender a media tarde el servicio de transporte de ría a Moaña y Cangas.