Con una suelta de globos lilas celebraron ayer el Día Mundial del Prematuro los profesionales que se dedican a su cuidado en el Hospital Álvaro Cunqueiro y familias que han sido atendidas por ellos. En lo que va de año, son cuarenta los niños que han nacido con un peso inferior a los 1.500 gramos. Uno de cada catorce -7%-. Doce de ellos, se quedaron por debajo del kilo. Son los llamados "grandes prematuros" y normalmente llegan tres meses antes de lo que les correspondería -antes de la semana 28-.

El más pequeño de los niños pesó 590 gramos, aunque no fue el caso más extremo que atendieron en el Chuvi, que hace algunos años sacó adelante uno de 480 gramos.

Además de la suelta de globos, la Asociación Galega do Prematuro (Agaprem) realizó otros actos conmemorativos en colaboración con el hospital. El más emotivo fue la entrega del "Patuco de honor" a la enfermera María Jesús Pérez, que trabaja en Pediatría desde 1976 y, en Neonatología, desde hace 35 años. "Es lo más bonito de la Enfermería, porque los niños son muy agradecidos", asegura y explica: "Aunque se viven momentos duros, la gran mayoría sale adelante y es muy satisfactorio". Hoy, el índice de supervivencia es del 86%.

Considera que el trabajo de las enfermeras en esta unidad es "desconocido", por lo que no se sabe lo "fundamental" que resulta. "Estos niños no solo la necesitan para sobrevivir, sino para que los consuele y los observe para poder conocer a cada uno y saber qué les sucede", argumenta y añade: "También para que sus padres pierdan el miedo a cogerlo y su madre le dé leche; para que crezcan físicamente, pero también psíquica y emocionalmente". Es una tarea que "requiere mucho tiempo", no solo "el necesario para técnicas y tratamientos", defiende María Jesús. Lamenta que "los que tiene potestad" para aumentar la plantilla, no se den cuenta de ello. Sostiene que en la UCI de Neonatología la plantilla es "insuficiente" y que se debería respetar el mismo ratio que en las de adultos: una enfermera por cada dos pacientes. En cambio, con los prematuros, cada una atiende a "4 o 5".

La presidenta de Agaprem, Eva Fernández, señala que la asociación es "consciente de que falta personal". El colectivo sirve de apoyo a las familias tanto en el hospital, como cuando los niños van creciendo, para cuestiones como cuándo escolarizar a un prematuro.