Ruido en el acceso de la AP-9 a Vigo. Silencio en los despachos de Audasa a una reclamación con respaldo unánime. Desde hace tiempo vecinos y administraciones exigen a la concesionaria de Autopistas del Atlántico que solucione el grave problema de contaminación acústica que llevan padeciendo décadas las familias de Teis y Chapela. En septiembre 2014 a esas demandas se sumó la corporación de Redondela de forma unánime. En julio de 2016 lo hizo también con el respaldo de todos los grupos el pleno de Vigo. Y de forma más reciente -en enero de 2017- se sumaba el Parlamento gallego con una propuesta del PP que logró el apoyo del PSOE, BNG y En Marea. A esas exigencias se añaden las peticiones lanzadas por los vecinos en la calle, donde reivindican que se atajen las molestias que sufren a raíz de la ampliación del vial.

A pesar de esa insistencia, de esa rotundidad y de esa unanimidad, la solución no llega. Los vecinos afectados siguen reclamando una solución al intenso ruido que genera el tráfico -Fomento mismo, responsable último de la AP-9, llegó a exigirle que instalase pantallas acústicas y un asfaltado para paliar las molestias- y otras reivindicaciones, como el colegio da Igrexa o la mejora del puente que enlaza Trasmañó.

Otra de las viejas exigencias de los residentes -también desoída hasta ahora por Audasa- es la supresión del peaje entre Vigo y Redondela, un tramo que en la práctica funciona como circunvalación urbana y que ostenta el dudoso honor de ser el único de la AP-9 con esas características que sigue gravado. No solo eso. Debido al elevado valor del canon y el corto recorrido del tramo, ese segmento de la AP-9 es también el que tiene el kilómetro más caro de las concesiones del país.

Hoy las asociaciones vecinales de Teis y Chapela salen a la calle para retomar esa exigencia y lograr la gratuidad del tramo Vigo-Redondela. A las 19.30 horas han convocado una concentración ante las Torres de Padín. Además de la supresión del gravamen de Rande, los residentes demandan la urbanización del acceso de la AP-9 hasta las Torres de Padín -con nuevos accesos-, poner fin de una vez por todas a la contaminación acústica y atajar el intenso tránsito de camiones que soportan en ambos barrios.

El fin del gravamen entre Vigo y Redondela no es un objetivo que los vecinos persigan solos. Sus respectivos ayuntamientos, la clase empresarial al completo, transportistas, Autoridad Portuaria y diferentes partidos políticos -incluido el PP olívico- también la han respaldado con claridad. Para unos y otros se trata de "una prioridad" tras más de 30 años.