"Ni le tiré una silla ni le llamé hijo de puta. Sólo le llamé sinvergüenza", explica Antonio S.V., el hombre acusado de insultar y arremeter con una silla contra el odontólogo que le extraía una muela en un centro de salud Beiramar, en Vigo.

El septuagenario explica que fue anestesiado y no le sacó la muela. "Me ofreció ponerme los dientes por 1.600 euros y le dije que no podía pagarlos", justifica. El odontólogo que prestaba servicio en el centro de salud asegura que realizó la extracción pero el hombre se puso violento porque "decía que le habíamos envenenado con la anestesia".

El médico subraya que le insultó, le amenazó con los puños ante la cara y cogió una silla para tirársela, momento en que se escondió una columna y por eso no le dio. La higienista que declaró como testigo asegura que el hombre decía que no le habían sacado la muela que le molestaba sino otra.

Antes se le había explicado lo que se le iba a hacer, según la testigo. Se puso muy violento y les advirtió: "Si no se aparta el doctor le tira la silla".

La fiscal mantiene la petición de pena, al igual que la acusación particular. La defensa ve contradicciones. El médico dice que lanzó la silla cuando en instrucción afirmó que amagó con tirarla. "El doctor se protegía de una posible denuncia por negligencia médica", dice la defensa.

El fiscal solicita año y medio de prisión. La acusación particular 2 años de cárcel y 2.000 euros de indemnización por daños morales al médico y la defensa absolución.

El septuagenario, al hacer uso de su derecho a la última palabra, reiteró que "no le falté al respeto. Me insultó él llamándome bobo y tonto. Yo le llamé sinvergüenza porque al saber que no me pondría los dientes me puso la anestesia y no me sacó la muela", concluyó.