En los últimos años se ha multiplicado la población viguesa en las dos grandes ciudades de España. Centenares de personas han cogido sus maletas para iniciar una nueva andadura profesional o cursar alguna carrera universitaria en Madrid y Barcelona. Muchos de ellos tienen marcadas en rojo en el calendario las fechas para volver a casa. Una de ellas coincide con la llegada de la Navidad. Sin embargo, los que este año decidan regresar a Vigo en tren y no hayan comprado ya el billete lo tienen complicado. Para los días previos a Nochebuena casi todos los convoyes están completos. Los que todavía tienen algún boleto a la venta son los que parten desde Chamartín o Barcelona Sants a primera hora de la mañana.
Los que más difícil lo tienen son los residentes en la Ciudad Condal, quienes ayer no podían comprar billetes para los días 22 y 23. Y para el jueves 21, al que muchos han tenido que recurrir como última opción, tampoco hay muchas opciones. El Tren-Hotel que sale a las 20.20 horas y cubre el trayecto de noche ya está completo. El que parte a las 09.30 horas y llega a Vigo cerca de medianoche todavía tenía alrededor de un centenar de asientos libres.
Más opciones manejan los vigueses instalados en Madrid, aunque tampoco son muchas. El sábado 23 está completo el único tren que sale desde la capital de España, mientras que el viernes 22 solo quedan algo más de medio centenar de boletos para el convoy que parte a las 07.15 horas. De momento para el jueves 21 de diciembre no hay problemas de ocupación.
Sin embargo, existe una solución alternativa para poder viajar los días más próximos a Nochebuena. Algunos vehículos que salen desde Madrid dan un rodeo por León y Ourense, donde se realiza un transbordo a otro tren. El viaje es notablemente más largo, pero ayer todavía quedaban billetes a la venta en la web de Renfe.
Los que no tienen problema para viajar son los que saldrán desde Vigo en dirección Madrid o Barcelona. Para estos pasajeros los trenes apenas superan el 50% de ocupación, por lo que todavía existe un margen prudencial de tiempo para que cuelguen el cartel de completos.
