La fisonomía de Gran Vía cambió de forma considerable con el derribo del antiguo colegio Cluny y a lo largo de este mes la transformación se completará con la apertura de la residencia que el Grupo Ballesol construyó en el céntrico solar. Retiró los muros de piedra que tapaban la vista y construyó un jardín interior para el disfrute de sus 110 futuros ocupantes. El centro tiene 5.900 m2 y la previsión es que dé empleo a unas 75 personas.

La Gerencia de Urbanismo otorgará esta semana la licencia de primera ocupación a los promotores de los tres bloques residenciales con forma de "H", uno de ellos con fachada a Hernán Cortés. La inversión superó los 3 millones de euros y permitió rehabilitar "una edificación que llevaba veinte años abandonada", destacó ayer el alcalde, que celebró este nuevo desarrollo. El proyecto es de César Álvarez Arines.