Miguel, un vigués que permanece en prisión, fue trasladado ayer a los juzgados de Vigo para comparecer en un juicio de quebrantamiento de condena por incumplir un arresto domiciliario. Allí fue también su pareja María, una joven en avanzado estado de gestación. Su intención era entregar al chico una imagen de la ecografía que se había hecho, de la hija que esperan, como "una especie de regalo de Navidad". Los policías que custodiaban al chico no se lo permitieron.

"Si tienen acceso a prensa en la cárcel al menos la verá en el periódico", afirmaba ayer María, que quería entregar al joven una imagen de su futura hija para que vea que tiene algo importante "por lo que luchar". La niña se llamará Ariadna y su nacimiento se prevé en plenas navidades. El joven aceptó ayer una condena de multa, en una breve vista de conformidad, por incumplir la pena de localización permanente que se le impuso en 2016.