Ni en Pontevedra, ni en Santiago de Compostela, ni en A Coruña. El uso de la AP-9 como circunvalación no requiere el pago de peajes en ninguna de las ciudades que atraviesa el vial. Salvo en Vigo, donde usarla para circular hasta Redondela sí está gravado. A diferencia de lo que ocurre en la urbe herculina, donde se puede usar la autopista de forma gratuita para trasladarse a la primera salida, en Culleredo; en Vigo, coger la AP-9 hasta Rande sí exige el desembolso de una tasa. El gravamen que afecta al recorrido entre Teis y la parroquia redondelana penaliza a sus conductores particulares con un canon de 0,9 euros y a los vehículos de mayor peso con tarifas que en función de su tamaño oscilan entre los 1,6 y 1,9 euros.

A pesar de esa tasa, el tramo Vigo-Redondela de la AP-9 funciona en la práctica como una circunvalación de la ciudad y una vía que comunica la comarca. Es además el enlace que usan los transportistas del puerto para esquivar el casco urbano en sus desplazamientos entre los muelles de Vigo y la industria de Chapela. Un estudio realizado en 2015 por la Asociación de Transportistas de Contenedores, Transfrío y Apetamcor concluía de hecho que la tasa les costaba, en conjunto, más de 366.600 euros al año: 321.500 por el gravamen y 54.100 por el sobrecoste que supone el rodeo de 30 minutos que dan los camiones por el centro de Vigo durante el trayecto de regreso para evitar el peaje. Parte de ese tráfico pesado lo recibe la calle Sanjurjo Badía, donde -debido precisamente a los problemas de circunvalación- el Concello decidió limitar en 2011 el tránsito de camiones, a los que empezó a exigir un permiso especial. A día de hoy el Ayuntamiento tiene despachadas unas 800 autorizaciones.

La supresión del peaje entre Vigo y Redondela es una reclamación unánime del tejido empresarial, el Puerto, los ayuntamientos de ambos municipios y los vecinos. Las asociaciones de residentes de Teis y Chapela ya han convocado una concentración el viernes ante las Torres de Padín para reclamar el fin del gravamen. Antes enviarán un escrito a la Xunta -prevén acudir el miércoles a la delegación autonómica en Vigo- y al Ministerio de Fomento para plantear sus peticiones: acabar con el peaje, urbanizar el acceso de la AP-9 hasta las Torres de Padín y solucionar el grave problema de contaminación acústica que padecen las familias que viven más cerca del vial. Según apunta Marcial Pérez, presidente del colectivo vecinal de Chapela, sus reclamaciones ya han recibido el respaldo de grupos políticos y de otros vecinos de Redondela.

También el alcalde de Vigo, Abel Caballero (PSOE); y el de Redondela, Javier Bas (PP), han incidido en la importancia de dejar de gravar el uso del tramo de la AP-9 que enlaza ambos municipios. Ayer el regidor olívico insistía en lo que a su juicio es también una "prioridad" en la autopista: la urbanización del acceso del vial en Vigo. "La Xunta tiene que encargar el proyecto. Si no hace un gesto a esta ciudad, traducido en una partida en los presupuestos de 2018 para la redacción del proyecto, voy a revisar todos los permisos de tránsito en Vigo. No puede ser que la ciudad esté pagando la ausencia de comunicaciones con el Puerto", recalcaba ayer el regidor.

El fin del peaje cuenta además con el aval del PP de Vigo, que reconoce que supone "un sobrecoste", y de Marea. Su portavoz municipal, Rubén Pérez, recuerda que su grupo está reclamando el fin de ese peaje y de los que llegan hasta Tui. "El tramo de Redondela es otro que debemos amortizar y poner de forma gratuita", anota Pérez.

Langosteira y Gaiás

La tasa entre Vigo y Redondela, un tramo que usan con frecuencia los transportistas del puerto, contrasta también con la situación del puerto exterior de A Coruña. A pesar de que su volumen de actividad es muchísimo menor que el de Vigo, Punta Langosteira dispone de un nuevo vial (AC-15) que supuso una inversión de 83 millones de euros. En total suma 5,1 kilómetros de longitud y dispone de tres viaductos y un túnel de 500 metros.

Otra infraestructura de escaso uso y que también se está conectando es la Cidade da Cultura, en Santiago. Para enlazarla con la AP-9 se está ejecutando un nuevo vial. Para costear los terrenos necesarios la Xunta aporta 307.000 euros, no seis millones, como ayer informó erróneamente este periódico.