| El tramo de autopista entre Vigo y Redondela destaca por su elevado precio. La supresión de esa tasa, que daña la movilidad en la comarca y la economía de la ciudad, no es sin embargo la única reclamación que ha planteado Vigo a Audasa y el Ministerio de Fomento. Una de las principales quejas de los vecinos es la contaminación acústica a la que están expuestos por el intenso tráfico que se registra en el vial. Según los propios estudios de Fomento, el acceso de la AP-9 en la ciudad es el tramo con más vecinos afectados por el ruido de toda la red de carreteras en régimen de concesión de España. En concreto 2.000 personas soportan un volumen superior al objetivo de calidad acústica (OCA), que se establece en 65 decibelios durante el día y 55 por la noche. Para atajar esa problemática Audasa llegó a comprometerse a adoptar medidas, como usar un asfalto especial, que reduce los ruidos del tráfico; o pantallas acústicas. El Parlamento de Galicia le exigió a la concesionaria por unanimidad que adoptase una solución. Desde el Concello de Vigo se reclama además la conversión en tramo urbano del acceso a la ciudad y se plantea la construcción de nuevos accesos en Buenos Aires.