Al igual que ocurre cada mes de noviembre, el magosto llegó a la ciudad por la puerta grande. Diferentes barrios de la urbe se sumaron a una celebración en la que reinó el buen ambiente y, por supuesto, las castañas.

En O Berbés, Manuel Bragado se encargó de leer el pregón del evento rodeado de decenas de personas. Pero no fue la única zona que acogió la particular fiesta. Beade, Cabral, Castrelos, Bembrive y Teis se sumaron al fervor por el fruto del castaño.

Asociaciones de vecinos, culturales, pequeños y mayores salieron a la calle para combatir las temperaturas frescas con bailes y un cono de castañas calientes.