"Afectado" por la detención del capataz de la Cooperativa de Armadores de Vigo (ARVI) y "preocupado" por la sospecha que siembra la operación de la Guardia Civil sobre el sector pesquero más vinculado a O Berbés. En primer lugar, Javier Touza recalcó ayer que "de momento no hay ningún tipo de resolución judicial", por lo que de antemano "mientras los jueces no determinen las responsabilidades, lo que debe prevalecer por encima de todo es la presunción de inocencia", Y "especialmente", continuó, en lo que respecta al empleado de la cooperativa que preside, uno de los detenidos. "Melchor es una persona que lleva en la casa más de 20 años. Con una trayectoria absolutamente intachable, gran colaborador de las administraciones y del sector. Ahora lo importante es que está con su familia y tendrá la mejor defensa jurídica", aseguró.

Touza ofreció la "total colaboración" de la cooperativa con la justicia para depurar posibles actuaciones irregulares -"como siempre"- al tiempo que definió también como "intachable" la trayectoria de la entidad en sus más de 50 años de existencia. "Nunca hemos dado ninguna muestra de actuaciones ilegales sino todo lo contrario, defendiendo la sostenibilidad del sector y en contra de las prácticas ilegales", resumió.

Por estas razones insistió en pedir "prudencia y cautela" a la hora de manifestarse sobre una investigación todavía abierta."Por la sensibilidad desde el punto de vista socioeconómico que existe entre la opinión pública y porque afecta a un sector muy relevante para el empleo, y generador de riqueza", razonó. Cada día, indicó, más de 5.000 personas trabajan en las lonjas de Vigo, instalaciones donde se factura al año más de 180 millones y que han convertido a Vigo en el "puerto referente en Europa". Por estos y otros motivos pidió evitar "declaraciones precipitadas". "Una investigación puntual no puede manchar ni la imagen de todo un sector ni de la organición que los representa", zanjó.