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Un bloque de seis plantas y 39 pisos de lujo ocupará el solar del Marqués de Valladares, tras 18 años bloquedo por catas

El arquitecto Irisarri proyecta un bloque de 39 viviendas que también reforma el edificio Ribas -El diseño cede terreno para musealizar la fábrica de salazón e incluye un patio de 100 m2

Imagen del patio interior del nuevo inmueble. // FdV

Un ambicioso edificio residencial transformará la fisonomía de una de las calles más céntricas de la ciudad, Marqués de Valladares, con la rehabilitación integral del inmueble Ribas Barreras, que hace esquina con Colón y que fue uno de los primeros trabajos del arquitecto Francisco Castro en la ciudad. Firmado por el estudio Irisarri & Piñera, el proyecto ocupará además el solar en el que apareció en 1999 una fábrica de salazón romana con la cesión de espacio para llevar a cabo la musealización de estos restos, que se encuentran situados en la cota de lo que sería el tercer sótano respecto a Marqués de Valladares y a nivel desde la Alameda.

A comienzos de octubre la Gerencia de Urbanismo dio luz verde a las catas arqueológicas en los números 39,41 y 43 de Marqués de Valladares y la semana pasada la comisión de seguimiento del PEEC-Pepri de Bouzas aprobó por unanimidad un informe favorable a la rehabilitación del edificio y obra nueva para 39 viviendas más locales comerciales y garajes que promueve Anida Operaciones Singulares, la inmobiliaria del BBVA.

La licencia, que todavía no ha sido solicitada, estará supeditada al visto bueno de la Dirección Xeral de Patrimonio de la Xunta por cuestiones arqueológicas si bien el proyecto básico incluye la musealización de las salinas con la cesión de 227 metros cuadrados al Concello. También reduce la edificación prevista en el PEEC en otros 108 metros cuadrados a través de un "retranqueo" para liberar espacios y las vistas del patio interior de manzana y de los residentes con un replanteamiento actual de patios-paisaje más sostenibles y con mayor presencia de elementos vegetales y naturaleza.

En cuanto al nuevo edificio en los números 39 y 41, el anteproyecto de Jesús Irisarri y Guadalupe Piñera propone un sistema de fachada ventilada en cerámica o terracota en arenisca de la zona, interpretada de alguna forma como piedra contemporánea, que confiere una textura potente, grosor y sombras además de un diálogo adecuado con la composición de los inmuebles del entorno.

Así, la propuesta contempla una edificación conjunta para los solares de Marqués de Valladares 39 y 41 (1.559 m2) junto al inmueble del número 43 (495,59 m2) con una altura de seis plantas homogénea con los colindantes y dos más bajo cota para garajes y sótanos. La superficie total construida rozará los 10.000 metros cuadrados (9.488 m2) y se proyectan siete viviendas en cada planta desde la primera hasta la quinta y cuatro más en la sexta planta. Las superficies oscilan entre los 99,31 m2 de la más pequeña hasta los 185,56 de uno de los áticos.

Preserva la obra de Francisco Castro

  • Pese a que el Plan Especial y Catálogo Complementario de Edificios, Conjuntos y Elementos a Conservar (PEEC) no cataloga el edificio Ribas Barreras como inmueble a conservar, los redactores del proyecto consideran que es un ejemplo de estilo racionalista en la ciudad y por lo tanto un referente arquitectónico por lo que la rehabilitación conservará la fachada actual, con la reconstrucción en la planta baja y la entreplanta del diseño original. Así, el diseño prevé el desmontaje de los recubrimientos de huecos y manchones, la recuperación de acabados originales y elementos decorativos de la parte frontal, restaurando y reponiendo los dañados. El proyecto previo señala que esta obra de Francisco Castro (1905-1997), proyectada en mayo de 1933 y que fue pretendida en su momento por el Celta para ubicar allí su futura sede, fue la que dio a conocer al arquitecto en la ciudad y le posibilitó posteriormente el encargo de nuevos trabajos que no cesaron durante toda su vida profesional.

El acceso a la fábrica de salazón, desde la Alameda

  • Desde que en 1999 la aparición de los restos de una fábrica de salazón romana -que data de los siglos I o II- paralizase las obras de construcción de un inmueble, la finca permanece prácticamente abandonada y hace cinco años fue subastada sin éxito al igual que el edificio del número 43.Lo hizo la actual propietaria, que obtuvo la titularidad tras ganar la demanda de ejecución hipotecaria contra los anteriores dueños, Inversiones Playamar. En la actualidad sigue vigente el último convenio suscrito con la administración local según el cual se fijaba una compensación en edificabilidad por la pérdida de superficie afectada por el yacimiento, tanto en viviendas como en los garajes a cambio de dejar los restos romanos al aire y visitables con acceso público que el proyecto, dada la elevada pendiente del solar, establece que sea a nivel desde la Praza de Compostela.

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