La rehabilitación de la fortaleza de O Castro, una de las joyas de la historia local, arranca su fase preliminar. El Concello acaba de iniciar los sondeos arqueológicos sobre el terreno, un requisito de la Dirección Xeral de Patrimonio de la Xunta para poder acometer las obras de mejora del recinto. Los técnicos empezaron a trabajar en los últimos días en O Castro y -según apuntan desde el Ayuntamiento- su labor se desarrollará a lo largo de un mes, un plazo que podría ampliarse en función de los resultados. En total se realizarán medio centenar de sondeos de 1,5x2 metros que se distribuirán a lo largo del recorrido de las canalizaciones subterráneas para servicios como la electricidad, el agua, las pluviales o las telecomunicaciones. El objetivo es analizar una superficie de 150 m2. El número y tamaño de las catas, sin embargo, podría modificarse en función de la información que recaben los técnicos, aunque como mínimo tendrán que realizarse en el 14% del terreno por donde transcurrirán las canalizaciones.
Patrimonio también condiciona la obra de rehabilitación al control arqueológico de los movimientos de tierra. En un principio, los técnicos prevén analizar solo los destierres de menor tamaño, aunque no descartan -en función de los datos que se extraigan de los sondeos- estudiar la tierra que se acumule durante la excavación de las gavias. Los sondeos arqueológicos aclararán también si es necesario modificar en planta o altura el recorrido por el que transcurrirán las canalizaciones de servicios como el agua o la electricidad. Otro de los requisitos del departamento gallego de Patrimonio antes de empezar la reforma es documentar el estado de los lienzos de la muralla allí donde se vaya a actuar y cómo quedan después de los trabajos.
La Xunta dio su visto bueno a la propuesta del Concello para realizar los sondeos hace algo más de un mes, a finales de septiembre. Los trabajos contemplan una fotogrametría digital y dataciones de Carbono 14. El informe definitivo que se traslade a Patrimonio deberá incluir además planos de situación, una relación detallada de dónde se realizaron los sondeos, alzados y fotos. Desde el Concello confían en que los análisis permitan también conocer más datos sobre el poblado castreño que se asentó en el monte.
El proyecto para rehabilitar la muralla de O Castro prevé eliminar añadidos posteriores, que carecen de valor histórico, reorganizar los accesos al recinto y despejar el arbolado del entorno. También se modernizará la iluminación. En concreto, plantea demoler el almacén o taller de maestranzas construido en el siglo XX y adosado al recinto fortificado frente a la entrada norte. Otro elemento que se suprimirá son las almenas de inspiración medieval situadas sobre la puerta sur o la antena de telecomunicaicones que se alza sobre el tejado del polvorín. En el entorno del Baluarte del Couto, se plantea derribar también una de las casetas que se usan para el control de la red de riego y la supresión de las tuberías.
La muralla de O Castro se declaró Bien de Interés Cultural (BIC) hace casi siete décadas, el 22 de abril de 1949. Su rehabilitación se sacará adelante gracias a un acuerdo alcanzado entre el Concello y el Ministerio de Fomento, que contempla que el primero aporte cerca de 200.000 euros y el segundo unos 600.000. El proyecto plantea la puesta en valor del recinto, para lo que se estudia reducir la vegetación, soterrar el tendido de telefonía y mejorar la iluminación actual. También actuar sobre los descalces visibles en la base de la muralla.
Los técnicos harán un análisis similar en Porta do Sol por la cercanía de la fortificación
- La fortaleza de O Castro no es el único punto en el que se extremarán los sondeos arqueológicos. El Concello plantea realizar un análisis previo también en Porta do Sol debido a la cercanía de la antigua muralla. Al considerar que hay una razonable "probabilidad" de hallar "elementos de interés", los técnicos municipales han propuesto acometer sondeos previos a las obras que se realizarán en la plaza para soterrar el tráfico entre las calles Policarpo Sanz y Elduayen. "Se estima que la traza de la muralla pasaba por un lateral del ámbito de la obra y por eso desde el Concello se plantea la realización de sondeos previos", apuntan los expertos del Concello. Por esa razón plantean realizar análisis antes de los trabajos y movimientos de tierras. Sus sospechas están fundadas en varios elementos: en primer lugar, los estudios existentes sobre el trazado de la fortificación, que concluyen que transcurría por lo que hoy es la calle Segunda República, atravesaba Porta do Sol y continuaba por Carral; otro factor importante es que hace apenas un año y medio, cuando se realizaban catas cerca de Porta do Sol para instalar las escaleras mecánicas, se encontraron vestigios de la antigua muralla. Al igual que en la fortaleza de O Castro, se plantea acometer sondeos arqueológicos valorativos previos a los trabajos, combinando la labor manual y la mecánica, así como el control arqueológico de los movimientos de tierra previstos en la obra. Los técnicos sugieren intensificar el control en los ámbitos de Porta do Sol y Carral.
