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Los rederos se resisten a desalojar la nave de la futura base de carga de la autopista del mar

El colectivo condiciona su salida a que los armadores ofrezcan "garantías y plazos" de la construcción de la nueva sede -El conflicto impide a Suardiaz iniciar la remodelación

Rederos que trabajan en la nave de Bouzas . // Marta G. Brea

La oposición de los rederos a abandonar la nave del muelle de reparaciones de Bouzas bloquea la reforma proyectada por Suardiaz para convertirla en base de mercancías de la autopista del mar. Formado por unos 14 de trabajadores que prestan el servicio de reparación y configuración de aparejos a unas 30 empresas, el colectivo exige a la Cooperativa de Armadores de Vigo (Arvi) "garantías por escrito" de que dispondrán de otras dependencias y "con plazos concretos". Hasta que no satisfagan estas condiciones, los inquilinos rechazan trasladarse a la carpa que montó el Puerto en las inmediaciones como "solución provisional" durante el tiempo que la asociación presidida por Javier Touza tardase en construir la sede fija.

Suardiaz contaba que por estas fechas ya podría tener iniciadas las obras en la nave ubicada frente a la verja que delimita la terminal Ro-Ro. Para la armadora se trata de un proyecto estratégico con el que busca mejorar su eficiencia logística ante el imparable incremento del tráfico en la conexión marítima entre Vigo y Francia. Pero por mucha prisa que quiera darse la naviera, cinco meses después de hacerse con la concesión, el inmueble de 4.200 m2 continúa en el mismo estado: lleno de aparejos, a su largo y ancho. Esta situación propició ayer por la mañana una imagen pintoresca en el interior de la nave, con empleados de Suardiaz haciendo catas del terreno en un extremo mientras los rederos continuaban a lo suyo, encorvados sobre las mallas aguja en mano.

La resistencia de este colectivo a su desalojo parecía llegar a su fin cuando a finales de septiembre los armadores se comprometieron a construirles una nueva nave. Fue el acuerdo alcanzado con el Puerto, que a cambio accedió a levantar la nave provisional. Esta carpa está casi lista. Salvo por algunas carencias -como insuficiente luz artificial-, los rederos aseguran que una vez solventadas no tendrían ningún inconveniente en proceder a su traslado para facilitar la entrada de Suardiaz. "Pero ahora no cometeremos el mismo error que cuando nos desalojaron de la anterior nave", indican en referencia a la derribada para levantar sobre la parcela el IES Audiovisual, junto al Liceo Marítimo. Tampoco es que duden de la palabra de los responsables de la cooperativa, "pero si nos vamos de aquí luego no hay marcha atrás" por eso reclaman "un compromiso por escrito" de que dispondrán de una ubicación fija "nueva o vieja, y cuándo", incide Plácido Fernández.

Touza había explicado a este periódico que los armadores aceptaban asumir la ejecución de una nueva nave aunque admitió que faltaba por resolver la financiación. En principio se planteaba repartir el coste entre los asociados o principales usuarios del servicio de redería. Que esta cuestión económica siga pendiente es lo que aumenta la desconfianza de los rederos. "Así que o cumplen lo que pedimos o de aquí solo nos echan con una orden judicial", advierten.

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