Aunque destacan que, con las estadísticas sobre la mesa, Vigo no es uno de los escenarios donde el acoso escolar o bullying en las aulas genere un protagonismo preocupante, esta problemática no es del todo esquiva en los centros de la ciudad. En el pasado curso lectivo, la Policía Nacional investigó una decena de casos donde los escolares fueron víctimas de amenazas u hostigamientos por parte de sus propios compañeros de aula. En concreto, la unidad encargada de trabajar sobre estas cuestiones es la U.F.A.M. (Unidad de atención a la Familia y Mujer), que abrió diligencias hasta en ocho ocasiones el año pasado por supuestas situaciones de acoso, ciberacoso o bullying entre estudiantes.
Y en cuanto al agresor, ¿hay un patrón establecido? Fuentes policiales explican que prácticamente existe una total equidad entre géneros, sin embargo está siendo habitual encontrarse con un número semejante de acosadoras frente a acosadores, cuando lo habitual es que fueran los chicos los propulsores de este hostigamiento. Lo que también destacan estas mismas fuentes es la periodicidad de estas investigaciones. Y es que a medida que avanza el curso escolar se intensifica el número de casos. "Actualmente la UFAM no se encuentra trabajando en ningún caso abierto porque estamos en pleno inicio de las clases. Estos delitos suelen darse más avanzado el curso lectivo", amplían desde comisaría. Más que los insultos o agresiones, las amenazas son el modelo de acoso que más emplean los adolescentes para atemorizar a las víctimas. Frases como 'te espero a la salida del colegio' son las que dan pie a estas situaciones de violencia psicológica y emocional.
Este hostigamiento encuentra en Internet su principal canal de transmisión. Verbalizadas a través de amenazas, las redes sociales como WhatsApp simplifican su difusión y son los progenitores los que normalmente acuden hasta las dependencias policiales para interponer una denuncia. "Es lo habitual, padres que leen en los móviles de sus hijos amenazas de otros escolares y se presentan en comisaría para poner la denuncia. Sin embargo, cuando los agentes se dirigen al centro educativo se encuentran que la situación ya está resulta por parte de la dirección", explican fuentes policiales, quienes sostienen que el primer paso debería apuntar al colegio o instituto en cuestión. "Los padres deberían ponerlo en conocimiento del centro antes que de la Policía, porque en muchas ocasiones realizamos un gran trabajo previo cuando el problema ya está solucionado", argumentan. Reconocen estas mismas fuentes que el año anterior tan solo en dos ocasiones fue necesario citar a los progenitores de los menores involucrados a comisaría para declarar.
Protocolos de actuación
Tanto la Policía Nacional como desde la Consellería de Cultura, Educación e Ordenación Universitaria se han impulsados varios protocolos para poner freno estas situaciones y favorecer una convivencia escolar positiva. Precisamente así se llama uno de estos proyectos de la Xunta, Educonvives.org, que busca en las aulas una relación pacífica y correcta entre todos los agentes educativos tanto en lo relativo a la problemática del acoso o bullying como a la prevención del absentismo escolar o actuaciones que fomenten la igualdad de género en las aulas.
Por su parte, la Policía Nacional ha puesto en marcha el programa 'Ciberexpertos', con el que anima y alienta a los escolares a denunciar en caso de sufrir acoso o situaciones de riesgo en la red. Se trata de charlas impartidas por los centros por parte de los Delegados de Participación Ciudadana con el apoyo de la Comunidad Educativa, que serán coordinadas y gestionadas por la Unidad Central de Participación Ciudadana de la Policía Nacional.
