Una contrarreloj de dos semanas. El Concello trabaja sin descanso para que la grada de Río del estadio de Balaídos esté abierta al público en el partido entre el Celta y el Athletic Club el próximo 5 de noviembre a las 16.15 horas. El alcalde Abel Caballero anunció hoy en rueda de prensa que los técnicos están reunidos para valorar qué hacer en los próximos días. El regidor vigués no descartó que los operarios retiren dos de las estructuras ya instaladas en la grada para estudiarlas a fondo en la avenida de Citroën. De ser así, tres de los cinco bloques ya izados volverían a la calzada. Llegados a este punto, los aficionados podrían acudir al estadio para el choque ante el equipo rojiblanco pero carecerían de una cubierta que les protegiese de las inclemencias del tiempo.

Caballero reconoció "defecto de fábrica" de las esferas que deben unir las barras de la malla metálica que soportará la cubierta y que imposibilitó que los aficionados de Río acudiesen ayer al estadio municipal. El alcalde elevó la cifra de 'bolas' dañadas a un máximo de 382 de las mil que conforman la estructura. Dichas piezas están siendo estudiadas en el Centro Tecnológico Aimén, de Porriño, donde se determinará cuantas de ellas se encuentran en mal estado. Además, la firma vasca ONDDI está fabricando desde el pasado viernes nuevas esferas.

Sobre los gastos que supone el mal estado de las esferas, el regidor confirmó que será la propia empresa la que sufrague las nuevas piezas, los descensos de los diferentes módulos y el importe de las entradas y la parte proporcional de los socios que ayer no pudieron entrar al estadio.