La construcción de vivienda colectiva repunta en Vigo en paralelo a la mejora de los datos de compraventa de inmuebles que recopila el Ministerio de Fomento. Entre marzo y junio se vendieron en la ciudad un total de 556 pisos que convierten el segundo trimestre de 2017 en el mejor de los últimos seis ejercicios. En lo que va de año se formalizaron 1.046 transacciones y todos estos datos vienen a apuntar una nueva realidad que también detectan en la Asociación de Promotores Inmobiliarios de Pontevedra (Aproin). Su presidente, Javier Garrido, reconoce que por primera vez en años "se percibe claramente una demanda de adquisición de inmuebles y una mejora en las expectativas de venta por parte de las empresas".

Garrido siempre ha defendido que Vigo y su área de influencia son "demandantes natos" de vivienda nueva y que en cuanto la crisis empezara a remontarse sería de las primeras zonas en las que se recuperaría el sector inmobiliario. Lo que sucede es que hasta ahora esa demanda "era insolvente", no podía materializarse, y la mejora de la situación económica está dando la vuelta a esa realidad.

"En Vigo se da además la circunstancia de que el alquiler ha subido muchísimo y ante ese encarecimiento las familias que pueden optan por comprar", explica el presidente de los promotores, que celebra "el interés y la entrada de inversores de fuera en la ciudad de Vigo" así como la reactivación de proyectos que llevaban años parados.

Otro de los factores que, a su juicio, favorece al municipio, es que acumula menor stock de vivienda sin vender que otros municipios gallegos. "Soy optimista porque también venimos de un momento muy malo donde no se invertía nada, pero hay movimiento en el sector inmobiliario y eso es bueno para toda la ciudad porque genera empleo y es un síntoma claro de reactivación económica".

Lo que esperan ahora desde Aproin es que se acelere la ordenación provisional que preparan Concello y Xunta para sortear la anulación del Plan Xeral. "Su caída fue un golpe duro en un momento en el que se empezaba a notar la mejoría y esta normativa genera muchas expectativas. En cuanto se acabe con la incertidumbre legal y se desbloqueen parcelas de suelo por desarrollar se relanzará de forma más clara el urbanismo vigués", confía Garrido.