Los pacientes que se sometían a una operación colorrectal en el Complejo Hospitalario Universitario de Vigo (Chuvi) permanecían luego entre siete y diez días ingresados. Desde la pasada primavera, estas hospitalizaciones se han reducido a tres o cuatro días. Es la consecuencia de la aplicación de un nuevo protocolo, conocido como Vía RICA -Recuperación Intensificada en Cirugía Abdominal-, que persigue disminuir la agresión quirúrgica y facilitar la recuperación postoperatoria. ¿Cómo? Con medidas antes, durante y después de la intervención. Medio centenar de pacientes ya se han beneficiado de ello.

Este programa intenta que el enfermo llegue al quirófano en las mejores condiciones, que la cirugía sea lo menos agresiva posible y que su recuperación posterior tenga la mayor eficacia. Está basada en la evidencia científica, tras la elaboración de numerosos estudios que han revisado las medidas existentes. Así, por ejemplo, se ha rechazado la tradicional indicación de que el enfermo debía estar sin comer tres o cuatro días antes. Se ha demostrado que no ayuda a la recuperación. Hoy el ayuno es de solo seis horas para sólidos.

La preparación para la operación o prerrehabilitación involucra al paciente en su tratamiento y puede empezar hasta un mes antes, ya que se le recomienda abandonar el alcohol y el tabaco en ese plazo, porque su consumo aumenta las complicaciones. Entre otras cosas, también se controla la anemia y se trata de corregir antes de la intervención, mediante la administración de hierro.

Durante la cirugía, se opta por técnicas laparoscópicas -operar a través de pequeños orificios, en vez de abrir al paciente- y la anestesia se ha mejorado evitando los fármacos que inducen vómitos y usando otros de eliminación más rápida. Tras la intervención, se opta por una rehabilitación precoz, dando de comer al paciente desde el primer día y levantándole esa misma tarde.

"Los resultados son magníficos", asegura el cirujano general Enrique Moncada. Explica que los pacientes se van a casa el tercer o cuarto día tras la operación "en perfectas condiciones", con dieta blanda y controlando el dolor con pastillas, porque consiguen reducirlo con la rehabilitación precoz, haciendo que no sean necesarios los medicamentos intravenosos. "No se trata de echar al paciente antes del hospital, sino que es la consecuencia de que esté en mejores condiciones antes", sostiene. Esa mejora para el usuario también tiene beneficios para el sistema sanitario, por el ahorro de reducir la estancia y porque dispone de más camas para operar más.

El doctor Moncada destaca que para la exitosa implantación de esta vía ha resultado fundamental el trabajo en equipo entre Cirugía General, Anestesia, Endocrinología, Enfermería y Admisión. Se ha iniciado por la cirugía colorrectal -sobre todo, en las extirpaciones de tumores en colon y recto-. Sin embargo podría extenderse a otras, como la ginecológica, urológica, vascular... En el Chuvi se está estudiando su expansión a las de hígado, páncreas y vesícula biliar, así como a las de reducción de estómago.

La Vía RICA fue desarrollada y promovida por el Grupo Española de Rehabilitación Multimodal (GERM). Uno de sus fundadores fue el cirujano general del Chuvi Enrique Moncada Iribarren. La pretensión de este grupo, en el que participan profesionales de más de una decena de hospitales españoles, es que la vía se extienda a todo el sistema sanitario. En Galicia, el doctor Moncada considera que el Chuvi ha sido el primero.