Cuenta atrás en la ampliación del puente de Rande. El acelerón dado al proyecto en estos últimos meses ha permitido a la UTE constructora (Dragados ACS y Grupo Puentes) asegurarle a Audasa el final de su ejecución este diciembre, de manera que la previsión de la concesionaria ya sitúa en Navidades la apertura al tráfico de los nuevos carriles. Solo una secuencia de fenómenos meteorológicos adversos podría trastocar el calendario que la compañía necesita cumplir o de lo contrario deberá esperar un año por la deseada subida de los peajes. Para autorizar este incremento desde el 1 de enero de 2018, el convenio firmado en 2011 con el entonces ministro de Fomento, José Blanco, exige que las obras estén rematadas antes de acabar el presente ejercicio, pero ninguna empresa implicada en su evolución duda que los vehículos rodarán por los dos viales añadidos en esas fechas. Sólo faltan dos grandes piezas por colocar y hay todavía dos meses de margen.
"El estreno de los carriles podría incluso adelantarse a principios de diciembre", sostienen fuentes sindicales. En plena negociación del convenio colectivo, los portavoces de la plantilla de la Audasa han podido comprobar en las reuniones reiniciadas este septiembre la ansiedad de la cúpula de la compañía por ver finalizado el proyecto de ampliación iniciado en marzo de 2015. "Están como locos por terminar. Y salvo catástrofe natural o grave contratiempo técnico, lo conseguirán", pronostican las mismas fuentes. Para reforzar esta tesis, recalcan, como avanzó FARO en agosto, que ya en este mes las constructoras habían duplicado el número de trabajadores desplegados con el propósito de garantizarle a su cliente la entrega de la obra antes de finalizar el presente año y así no correr ningún riesgo de quedarse a las puertas de lograrlo impidiéndole esa subida de los peajes.
Como compensación a Audasa por la inversión destinada a ampliar Rande y la construcción de la circunvalación de la autopista en Santiago -más de 180 millones entre las dos-, el citado convenio permite a la compañía repercutir ese fuerte desembolso en el precio de los peajes. Siempre que cumpla el requisito de acabarlas antes de expirar el año, el acuerdo con el ministerio autoriza a la concesionaria a aplicar "un incremento extraordinario de tarifas en los recorridos con pago directo por los usuarios de la AP-9, del 1% anual acumulativo durante 20 años". Pero las mismas fuentes sindicales estiman que la subida rondará el 3% para los conductores que transitan a diario por el viaducto (68.704 el pasado agosto). Indican que dicho convenio permite a la compañía elevar el canon cada año hasta un máximo de un 1,5%, a lo que habría que sumar los precios que marca Fomento al sector también al inicio de cada ejercicio.
Pendientes de la meteorología
Sin acomodarse en el convencimiento de que cumplirá el plazo asegurado a Audasa, la UTE transmite la presión que soporta de la concesionaria al resto de operarios que trabajan en Rande. "Aquí no se pierde ni un día sin avanzar", comenta uno de los operarios asignados a la zona de obra ubicada en el extremo sur del viaducto, en Redondela. Ahora los ingenieros de la UTE están muy pendientes del tiempo por temor a que perjudique al formidable ritmo de ejecución. Para estos días preveían completar el movimiento de dovelas, las estructuras que conforman los nuevos tableros, pero la entrada de fuertes vientos ha obligado a posponer la operación hasta la próxima semana. Únicamente quedan por ensamblar dos piezas que ya están preparándose en el cargadero de granito de David Fernández para su transporte por mar y posterior izado al puente.
A partir de aquí, ya en noviembre, los trabajos, una vez instalados todos los últimos tensores y con todos los carriles asfaltados, incluirán "pruebas de carga" por parte de tráfico pesado. Este espectacular test resultará determinante para la entrada en funcionamiento del nuevo Rande. Audasa cruza los dedos para que salga todo conforme a lo previsto: estrenar los carriles en Navidades y disparar su recaudación encareciendo los peajes desde Año Nuevo.