2017 parece empeñado en llevar la contraria al refranero popular. O por lo menos se resiste a ajustarse a la sabiduría transmitida durante generaciones, como un legado inmaterial entre abuelos, padres y nietos. El arranque de otoño -especialmente seco y caluroso- es una prueba, pero no la única. Abril, por ejemplo, el mes "de las aguas mil" según el refranero, pasó sin apenas una gota de agua. Las tablas de Meteogalicia muestran que solo dejó tres días con precipitaciones. El 40 de mayo (o 9 de junio) tampoco fue la mejor fecha para "quitarse el sayo". Ese día la temperatura media fue de 18º, tres grados menos que un mes antes.