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Catas con historia antes de la obra

Propone estudios arqueológicos en Porta do Sol por la "probabilidad" de hallar "elementos de interés"

Esquema de la disposición de la nueva Porta do Sol // FARO

El Concello quiere ser especialmente cuidadoso para respetar los posibles vestigios arqueológicos que afloren durante las obras en Porta do Sol, donde proyecta realizar una ambiciosa humanización que incluye un túnel para canalizar el tráfico. Ante la más que probable cercanía de la antigua muralla, los técnicos municipales han planteado realizar sondeos previos a los trabajos y movimientos de tierra. El objetivo: respetar los restos que puedan aparecer del viejo recinto amurallado y valorar cualquier vestigio con valor histórico que se encuentre. "Es una zona con probabilidad de que aparezca algún elemento de interés. Se considera interesante aprovechar la actuación para terminar de conocer el kilómetro cero de la ciudad", comentan desde el Ayuntamiento, e insisten: "Se estima que la traza de la muralla pasaba por un lateral del ámbito de la obra y por eso desde el Concello se plantea la realización de sondeos previos".

Los estudios arqueológicos se realizan antes de las obras cuando hay sospechas fundadas de que estas afectarán a una zona que oculta vestigios. Cuando no es así y los trabajos se realizan en terrenos que ya han sido alterados o son superficiales, lo que se plantea es un simple control de los movimientos de tierra. En esos casos y si la probabilidad de dar con elementos de valor histórico es muy baja, puede incluso que se decida no adoptar ningún tipo de medida. El Concello trasladará esta misma semana su propuesta a la delegación provincial de Cultura de la Xunta para que le dé su visto bueno.

Las sospechas de los técnicos de la Concellería de Fomento se sustentan en varias pruebas. Una son los estudios que se han ido realizando en los últimos años sobre el trazado de la antigua fortificación. El arquitecto y miembro fundador del Instituto de Estudios Vigueses (IEV) Jaime Garrido, por ejemplo, publicaba en mayo de 2016 un plano en el que reproducía el recorrido del recinto amurallado de Vigo. Según ese análisis, la construcción defensiva avanzaba por lo que hoy es la calle Segunda República, atravesaba Porta do Sol y continuaba por Carral. La actual plaza estaría comprendida así entre dos baluartes: el de A Pulguiña y A Lama. En la confluencia de Carral con Victoria se encontraban el baluarte y Porta da Gamboa.

Otra prueba de la proximidad de la antigua muralla se obtenía hace cerca de un año y medio, cuando las catas realizadas en la calle Segunda República para instalar un nuevo tramo de las escaleras mecánicas dejó al descubierto restos de la antigua fortificación, construida en el siglo XVII. El recinto amurallado de Vigo se fue levantando entre 1650 y 1656. Siglos después, entre 1864 y 1869, se demolieron las murallas del lado este y del oeste. Durante los sondeos realizados para la construcción de las escaleras de Segunda República se documentó también una galería posterior a la muralla. Para preservar esos restos, se acordó cambiar el trazado original.

"Valorando los importantes movimientos de tierras que se van a efectuar, se considera necesario la realización de sondeos arqueológicos valorativos previos, combinando los manuales y mecánicos; y el control arqueológico de los movimientos de tierra previstos en la obra", abundan desde el Concello. Aunque esas labores se distribuirán por el conjunto de la zona en la que se realizarán trabajos, los técnicos municipales abogan por "intensificarlas" en el ámbito de Porta do Sol y Carral, "dada la posibilidad de localización de restos del sistema defensivo moderno".

La humanización de Porta do Sol pretende peatonalizar la plaza, canalizando el tráfico por un túnel de doble dirección que ocupará una superficie de 2.870 m2 y aprovechará parte el aparcamiento actual. Para llevar a cabo ese ambicioso proyecto, que aspira a dotar a Vigo de la gran plaza central de la que carece ahora y dar un impulso definitivo al Casco Vello, deberán realizarse trabajos en el subsuelo. El subterráneo transcurrirá entre Policarpo Sanz y Elduayen, donde habrá dos bocas separadas por cerca de 70 metros. En su construcción se aprovechará la estructura del actual aparcamiento de Porta do Sol, ya que su rasante coincide con la planta -2. Parte del parking se conservará para el estacionamiento de vehículos. Según se apuntó a principios de año -cuando se presentó el proyecto- se prevé que disponga de aproximadamente 140 plazas.

Durante los trabajos los técnicos diferenciarán varias partes: la que aprovecha la estructura subterránea existente, el trecho que será necesario excavar, la rampa de acceso por Policarpo Sanz y el tramo de Elduayen. En total se excavarán 156 m2 en Policarpo Sanz, 37 m2 en Porta do Sol y 2.018 m2 en Elduayen. Las cotas que se alcanzarán van desde la superficie actual hasta casi los 7 metros de profundidad.

Un proyecto crucial

  • Humanización de Porta do Sol: La humanización de Porta do Sol crearía la gran plaza urbana de la que carece ahora Vigo. El proyecto costará cerca de 8,6 millones de euros.
  • Un lugar con gran valor arqueológico: Los estudios realizados sobre el tema y las catas en la calle II República apuntan que por Porta do Sol atravesaba la antigua muralla de Vigo.
  • El tráfico, canalizado por un túnel: La obra canalizará el tráfico por un túnel entre Policarpo Sanz y Elduayen -donde se abrirían dos bocas- que aprovecharía el aparcamiento.

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