Este ámbito contempla la ordenación global de uno de los grandes vacíos de la ciudad compacta, que el Plan Xeral de 1993 ya incluyó dentro de las actuaciones estratégicas como una operación de calado a la que se le dio el nombre de Coia-Beiramar, de la que formaba parte lo que en el planeamiento vigente se denominaba Peri de Tomás Alonso que incluye Esturáns, Tomás Alonso 1 y 2 y Chouzo. Esta ordenación da continuidad a la trama urbana cubriendo no solo las demandas de su propio desarrollo sino también los déficits existentes del área consolidada próxima en espacios libres, equipamientos y plazas de aparcamiento. También incluye un parque en el contorno de la iglesia de San Martiño de Coia. una plaza en O Chouzo y otra en Tomás Alonso y la apertura de un importante vial que unirá Coia -a través de otro nuevo vial o de la calle Estrada- con Tomás Alonso y continuidad por la calle Ramón Soler, que el PXOM también ensancha.