"No hay aparato ni forma divina ni humana de determinar científicamente la fecha absoluta de un documento; pero podemos determinar su edad relativa". Tomás Alonso de Corcuera, presidente de la Asociación Colegial Profesional de Peritos Calígrafos, pronunciaba ayer estas palabras en el que es uno de los juicios más trascendentes de la trama de Las 5 Jotas, el que sienta en el banquillo a Fernando G.M., administrador de Darzal Consultoría y Prevención S.L., que afronta 40 años de cárcel al sostener el fiscal que esta sociedad y otras dos a las que también representaba recibieron facturas falsas por 8,6 millones de euros por parte del grupo empresarial vigués. Corcuera es uno de los peritos aportados por la defensa y, como calígrafo, realizó un informe sobre un contrato clave en este caso: uno con fecha de 2004 en el que se apoya el empresario acusado para asegurar que esas facturas son reales. Y lo que afirmó el experto -que en su día analizó los papeles de Bárcenas- es que ese documento es "compatible y coherente" con esa fecha de 2004. "No hay ningún elemento que indique que fuese alterado de forma fraudulenta, que fuese sometido a envejecimiento artificial", manifestó.

Tras ocho años de trayectoria judicial y un historial de 89 juicios que acabaron sin excepción en sentencias condenatorias, al caso de Las 5 Jotas ya solo le restan dos vistas: la que se celebra estos días en el Juzgado de lo Penal número 3 de Vigo y la de la trama bancaria. En relación con el actual juicio, el responsable de Darzal justificó las facturas porque adquirió el know-how (saber hacer) de Las 5 Jotas de los diseños de las casas de maderas, junto a patentes, tecnología y diseños que iban a desarrollar a través de otras empresas. Ese contrato consta datado de 2004, pero Jacobo Costas (hermano de José Manuel, el líder de la trama, que permanece fugado desde 2016) aseguró este lunes en la primera jornada del juicio que el documento fue firmado en realidad en 2009, después de que la Agencia Tributaria inspeccionase Las 5 Jotas y descubriese la trama de fraude fiscal con recibos mendaces.

Los abogados de Darzal llevaron al juicio al perito calígrafo, que dató ese documento en 2004 y descartó, "desde un punto de vista científico", que el mismo sea de 2009 como afirma Jacobo Costas, también acusado en el procedimiento.

La defensa de Darzal aportó otro perito que valoró en más de 3 millones de euros el valor de tasación de diseños y patentes de Darzal y otra empresa del grupo. Y también, entre otros testigos, compareció un arquitecto que realizó un informe sobre el coste de una gran nave en el polígono de Cea (Ourense) que iba a formar parte de una empresa conjunta entre Las 5 Jotas y Darzal. Una obra en la que se invirtió, pero que no llegó a ser finalizada. "El proyecto excedía los 30 millones de euros", afirmó el profesional.