El Puerto de Vigo está dispuesto a actuar como mediador en "cualquier" negociación que entablen los sindicatos del Comité de Empresa de la Sociedad de Gestión de Estibadores Portuarios (Sagep) -presidido por UGT, e integrado por Comisiones Obreras y Coordinadora de Trabajadores del Mar- y sus empresas accionistas (Termavi, Bergé, Kaleido, Suardiaz y Pérez Torres) que tenga como objetivo un "acuerdo de futuro" consistente en paliar la desventaja frente a Marín en cuanto a costes y flexibilidad laboral.

Con este ofrecimiento responde el presidente de la Autoridad Portuaria, Enrique López Veiga, al llamamiento "a la responsabilidad" que el concesionario de la terminal de contenedores de Vigo (Termavi), Eduardo Davila, dirigió a los representantes sindicales en una entrevista publicada ayer por FARO para que "con carácter inmediato" se dispongan a negociar un pacto "que permita hacer frente al enorme diferencial de coste laboral que existe entre Marín y Vigo". De no corregirse a tiempo un diferencial que cifra en un 70% con respecto a la terminal vecina, Davila avanza una "desbandada gradual de navieras" de Guixar con consecuencias "traumáticas en términos de empleo". Para López Veiga el aviso del terminalista vigués debería hacer reflexionar a los sindicatos. "Nadie desea efectos dramáticos", incidió.

El dirigente portuario suscribe al completo la argumentación del presidente ejecutivo de Grupo Davila en el sentido de que el Puerto de Vigo no puede esperar a que surta efecto el decreto liberalizador de la estiba, con un periodo transitorio de tres años a contar desde su aprobación el pasado mayo por el Gobierno. Sobre todo cuando Marín goza ya de una "liberalización de facto", como recalcó Davila. "Vigo no puede esperar y así lo llevo diciendo de forma reiterada, como también insisto en que lo importante a corregir no son tanto los salarios de los trabajadores como la organización de su trabajo", precisa. A su juicio, ambas partes disponen de un "buen punto de partida" que podría deparar en una negociación exitosa en referencia el "preacuerdo" alcanzado el pasado diciembre. Fallido preacuerdo al quedar en suspenso por la inminente multa a España de la UE que obligó al Gobierno a acelerar la aprobación del decreto liberalizador. López Veiga cree que si lo hubiesen firmado en ese momento "ya tendríamos arregladas muchas cosas".

Ese "acuerdo de futuro" en cuya negociación el Puerto se ofrece a actuar de mediador debería plasmarse en un convenio colectivo que permitiese al puerto vigués "competir de tú a tú con Marín". Una igualdad de condiciones que ahora no se produce por una "clara distorsión de las normas de competencia", como así denunció el dirigente de Praza da Estrela en julio de 2016 ante Puertos de Estado a través de un escrito todavía sin contestar por el departamento presidido por José Llorca. "Y el que calla otorga", anota López Veiga.

A propósito de esa contundente advertencia del terminalista vigués sobre el impacto en el empleo que se produciría de continuar la actual desventaja competitiva de Vigo con respecto a Marín, el presidente del Puerto también se pronuncia con claridad: "Ahora la Sagep es privada, y si no hay trabajo tendrán que hacer un ERE para ajustar la masa salarial a la demanda. Por tanto, habrá despidos, y estos serán en condiciones normales. ¿Qué prefieren los estibadores? Esto o las generosas prejubilaciones establecidas por el Gobierno". Veiga concluye subrayando que "nadie desea efectos dramáticos", lo que como alerta el terminalista vigués, afectarían no solo a Termavi sino al conjunto de los sectores portuarios, por lo que apeló a la "sensatez" de los sindicatos para que "todos juntos consigamos corregir la situación antes de que sea demasiado tarde".