Durante varias décadas, la peluquería de Manuel Carnero Pazos, Agapito, lució entre sus paredes obras de artistas vigueses y fotografías con personajes famosos. De todas ellas, llamaba la atención un cuadro de grandes dimensiones que retrataba al propio peluquero cortándole el pelo a un pintor mientras éste, a su vez, trabajaba en un lienzo. Regalo del artista vigués, el "Autorretrato de Xosé Guillermo con Agapito a través del espejo" fue durante años testigo de excepción de confidencias, cambios en la moda y el relevo de generaciones. Tras la jubilación, se llevó a casa su preciada colección, que hace unos años protagonizó una exposición en su localidad natal, Marín, a la que siempre estuvo vinculado aunque fijó en Vigo su residencia.

Repleto de recuerdos de su vida laboral pero también de las dificultades a las que se enfrentó en su niñez, el peluquero más conocido como Agapito también editó un libro en el que incluyó sus obras de arte, fotografías y dedicatorias de las personalidades que conoció durante el desempeño de su labor. "En el año 1950, con la edad de diez años, comienzo el aprendizaje de barbero durante el día, que compagino con clases de educación primaria por la noche. Mis obligaciones eran, antes de abrir, barrer, limpiar el polvo y también unos recipientes llamados escupideros, una vergüenza ya que en esa época la tuberculosis aún está muy presente", rememora Agapito en una suerte de memorias escritas por él mismo. En ellas, relata que el siguiente paso de su aprendizaje fue "sin llegarle aún al sillón, cortarle el pelo a los niños y adultos valientes afeitarles sentados en una silla y con la cabeza apoyada en la pared". "Así me hice barbero", recuerda.

Agapito, que en realidad era el nombre de su padre y no el suyo, se jubilaría más de medio siglo después tras haber conocido a Xosé Guillermo, Álex Vázquez, Montes, Goybar, Laxeiro, Fernando Quesada, Oroza o Villalobos. Y un mes después de cumplir 77 años, el pasado abril, tramitó la donación de la obra, que acaba de ser aceptada formalmente por el Concello.

El informe municipal recuerda el profundo vínculo de Xosé Guillermo (Carballo, 1947-Vigo, 2009) con la ciudad donde llevó a cabo la mayor parte de su producción pictórica y promovió numerosas iniciativas culturales, entre las que se cuenta el colectivo artístico Fundición Nautilus. Precisa que el Quiñones de León cuenta con una única obra de este pintor, "Autorretrato a traición", un óleo sobre lienzo de 1992, y subraya que pese a que se trató de un retratista de relevancia, "no buscó proyección fuera de Vigo lo que motivó que su obra se encuentre ciertamente infravalorada".

El informe indica asimismo que la obra ofertada por Agapito, de 1989, es de mayor calidad técnica y originalidad compositiva que la propiedad municipal por lo que, tras aseverar que se trata de un autor "profundamente unido a la ciudad", indica que la donación permite "una mejora y enriquecimiento del patrimonio artístico municipal".

Asimismo, tasa en 3.000 euros la obra, de 95x127 centímetros, que formó parte de la última exposición de Xosé Guillermo, en la Casa das Artes en 2009, el año de su fallecimiento. Esta exposición, "Danza dos tempos", fue antológica y en ella el autor presentó más de un centenar de obras, pinturas, y escultura, de más de 40 años de dedicación a las artes plásticas.