El 12 de octubre de 1892 se colocó una placa en la calle Ramal. Pasaba a llamarse calle Colón, en reconocimiento a Cristóbal Colón, descubridor de América. Pocas veces en la historia de la ciudad se celebró con tanto entusiasmo el cambio de denominación de una vía. La iniciativa, que había partido de un grupo de concejales, fue muy bien acogida. Se organizaron diversos actos y festejos en los que participaron cientos de vecinos. La zona mantenía un vida intensa y era considerada, junto con la calle del Príncipe, como una artería de gran valor en muchos sentidos.
Se cumplían 400 años del descubrimiento de América y en numerosos lugares de España se quería rendir homenaje a Cristóbal Colón. En la comarca viguesa se organizaron muchos actos. Tui, Porriño o Baiona fueron algunos de los lugares donde el 12 de octubre, que era festivo, se organizaron diversas actividades. Pero no fueron tan importantes como en Vigo. Un bando municipal y la iniciativa de cuatro concejales en el pleno del día 8 del mismo mes fueron decisivos. Su propuesta de cambiar el nombre de la calle Ramal por el de Colón fue aceptada de forma entusiasta.
La ciudad se encontraba en plena fase de desarrollo. Se ampliaban calles y se había trazado un ambicioso plan urbanístico en el centro. La calle Ramal era una de las más transitadas. Comunicaba el puerto con la carretera hacia Ourense. Pero también era necesario utilizarla para ir hasta la estación de tren. El ferrocarril había llegado a la ciudad en 1881. La vía, que durante muchos años fue de tierra, acogía también a vecinos ilustres. Y, por supuesto, a reconocidas empresas.
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Allí se ubicó, aunque por poco tiempo, la sede de la Cámara de Comercio. También los consulados de varios países en la ciudad. A ellos se unían muchas oficinas de las empresas que fabricaban conservas. También los bancos fijaron su sede en la calle. El primero fue el Banco Español de Río de la Plata. Una entidad que tenía una gran actividad debido a la gran cantidad de emigrantes que se trasladaban a Argentina. El Banco de Vigo también decidió instalarse en la calle.
El cambio de nombre fue un acontecimiento muy importante en 1882. Los responsables municipales decidieron colocar una placa en la fachada del edificio donde se ubicaba la Sociedad La Oliva, una de las que más actividad tenía en aquella época. Sus dirigentes mostraron su alegría por esta decisión y no dudaron en colaborar. Se preparó una gran fiesta y la entidad no dudó en pedir ayuda a los vecinos para engalanar la calle el día 12 de octubre.
Todo estaba preparado. Pero la lluvia deslució todos los actos. Fueron breves. Se desarrollaron a las doce de la mañana. Ese día no hubo muchos festejos. Solo la banda de música militar, que tenía su sede en la ciudad, amenizó algo el desapacible día. El ayuntamiento y los dirigentes de la sociedad decidieron entonces que se debía cambiar el programa para otro día.
Y así fue. El siguiente domingo, es decir, cuatro días después del cambio oficial de nombre, hubo un gran festejo. Se desarrolló durante todo el día, con numerosas actuaciones musicales y también la presencia de una gran cantidad de personas. Fue un éxito rotundo. La calle Colón ya contaba con un prestigio anterior, pero quedó demostrada su importancia dentro del desarrollo de la ciudad. Su conexión directa con el puerto la convirtió en un elemento clave en la economía viguesa. Los empresarios valoraban de forma muy alta su ubicación.
La vía mantuvo su identidad y también su gran valor para la ciudad. Se construyeron nuevos edificios, se instalaron más empresas y muchos bancos pusieron sus ojos en ella. También se realizaron numerosas obras de mejora con el paso del tiempo. Durante muchos años se pudo circular en doble sentido e incluso se estudió la posibilidad de convertirla en peatonal, algo que nunca sucedió. Se cumplen 125 años de un acto cargado de historia y simbolismo.
