Conocer de primera mano las consecuencias de los delitos y del consumo de drogas en las familias. Es lo que algunas de las madres del colectivo Érguete trasladaron a los alumnos de un taller de actividades auxiliares en floristería, impartido a veinte internos en A Lama en su última fase de reclusión en el CIS y que se formaron primero en jardinería con un curso en el propio centro penitenciario. Ambas actividades están integradas en el programa Reincorpora impulsado por Érguete y subvencionado por la Obra Social La Caixa. Su objetivo es ofrecer formación a personas en riesgo de exclusión social.

El curso implica que los alumnos deben realizar un servicio solidario para devolver lo recibido y conocer otras realidades complicadas además de las propias. Así surgió el encuentro con las madres a las que regalaron ramos de flores confeccionados por ellos mismos.

Una de las participantes fue Carmen Avendaño. Tanto la fundadora de Érguete como la coordinadora de la fundación, Ana M. Álvarez, recalcan que estos programas no solo trabajan la formación teórica de los alumnos, sino también la autoestima y hábitos de comportamiento. Asimismo, al realizar prácticas, conocen el entorno laboral e interiorizan cómo deben actuar.

"Es un trabajo también de grupo, tratan a personas que están en su misma situación o peor, crean una convivencia y surge la colaboración", apunta Avendaño. Unido a una importante labor de equipo realizada tanto por los docentes de los cursos como por los técnicos de la Fundación Érguete, el resultado es un porcentaje alto de inclusión en el mercado laboral al acabar el periodo de formación, que siempre implica una parte de clases teóricas y otra de prácticas en empresas.

Así, Álvarez detalla que los alumnos comenzaron el curso de jardinería de 330 horas en enero y, al terminar, empezaron el de floristería, de 170 horas de las que ochenta fueron prácticas. Un programa que también se realiza en la prisión coruñesa de Teixeiro y que, al igual que el de A Lama, está a punto de terminar. Pero el trabajo no concluye con el fin de las clases, sino que continúa con un seguimiento a los participantes para ayudarles en su integración social. "Para eso trabajamos", sentencia Avendaño.