Vigo es el ejemplo a seguir. El Grupo PSA ha ordenado a la dirección de la fábrica de Opel en Figueruelas (Zaragoza) que copie las dinámicas y el funcionamiento del centro de Vigo de la multinacional automovilística francesa para aumentar su rentabilidad y apuntalar su futuro. "A cada fábrica nos han puesto unos objetivos y una planta de referencia, en nuestro caso la de Vigo que es más productiva y tiene unos costes inferiores en muchos parámetros de negocio", asumen los responsables de la factoría maña, que se verán obligados a reducir costes al máximo y a optimizar todas las áreas de actividad. Para empaparse de la cultura de Balaídos, la cúpula directiva de Opel-España acaba de pasar tres días en las instalaciones gallegas para comprobar cómo se trabaja y está previsto que a finales de mes se traslade a Figueruelas una delegación de responsables de Vigo para supervisar esa planta sobre el terreno.
El "desafío" al que se enfrenta Opel-Zaragoza es "tremendo", asumen los directivos de Opel-España. El modelo vigués exigirá aplicar una "política agresiva de optimización" en toda la cadena de valor: "Reducción de costes laborales y plantilla indirecta y de oficinas, flexibilidad productiva y horaria, reducción del tiempo de fabricación de vehículos en los nuevos proyectos y compactación de edificios y espacios productivos", entre otras medidas. Con esto, los responsables de Figueruelas admiten que el diferencial de competitividad que la planta española de Opel mantenía con respecto a los centros alemanes y británicos de la marca germana -ahora propiedad de PSA- no es suficiente para asegurar su rentabilidad, situación que Carlos Tavares quiere corregir de inmediato.
En una comunicación interna a la plantilla de Zaragoza, la dirección de la fábrica reconocía incluso que deberán rebajar "los costes logísticos y el precio de componentes del vehículo, así como de los inventarios de material en curso y de los coches en stock". El traje vigués se extiende igualmente a la mejora de la rentabilidad de las ventas y la reducción de los gastos de comercialización, consumo de energía, costes fijos, gastos de viajes y hasta material de oficina? todo con el objetivo de ponerse al nivel de Balaídos, la primera planta de PSA. "La reestructuración socialmente responsable llevada a cabo en los últimos años y la actitud de mejorar día a día no es suficiente", reconoce la dirección, que advierte: "Los que pudieran pensar que esto es más de lo mismo se equivocan".
Cuando trascendieron las negociaciones para la compra de Opel por parte del Grupo PSA a principios de año, la automoción aragonesa aludía a ventajas competitivas como su posición geoestratégica -en el corazón de la península Ibérica-, la abundancia de suelo empresarial disponible y su experiencia para defenderse frente a Vigo. Pero para PSA no es suficiente. Uno de los factores en los que más incidirá el grupo francés es en la compactación de las instalaciones, lo que aumenta la eficiencia y a la vez reduce sus costes. Para ejemplo, el propio tamaño de la planta de Opel, que se extiende sobre una superficie de 3,15 millones de metros cuadrados, frente a los poco más de 600.000 metros cuadrados que ocupa la de Balaídos.
Los directivos de Figueruelas han tomado buena nota del método vigués durante los tres días que han permanecido en Balaídos en un ejercicio de benchmarking impulsado por la propia PSA. Esta visita se produce justo antes de que den comienzo las negociaciones del nuevo convenio colectivo del centro maño (con más de 5.200 trabajadores en plantilla), que en la actualidad tiene en producción cuatro modelos (Opel Corsa, Mokka, Crossland X y Citroën C-Aircross) y debe prepararse para el lanzamiento en 2019 de la próxima generación del Corsa ya con una plataforma de PSA (la CMP, la misma que se instalará en Balaídos, Villaverde y Kénitra). Fuentes consultadas por este periódico aseguraron que a finales de mes habrá una misión inversa de directivos gallegos a Figueruelas para analizar la situación de la planta y plantear medidas de mejora. El aumento de la competitividad de esta fábrica volverá a convertir a Vigo y Zaragoza en aliadas y rivales.
