Microfósiles de polen conservados durante decenas de miles de años en los sedimentos marinos han servido a la bióloga Iria García Moreiras para reconstruir los paleoecosistemas de las rías de Vigo y Arousa. Y también su respuesta a los cambios climáticos y ambientales producidos durante la transición del Pleistoceno al Holoceno. Las muestras analizadas, con una antigüedad de entre 57.000 y 7.000 años, permiten deducir que las Rías Baixas ya eran sistemas protegidos, asociados a estuarios, aunque de aguas mucho más someras que las actuales y con una elevada aportación fluvial. Y en el entorno paisajístico de estas "paleorrías" destacaría la abundante presencia del carpe europeo - Carpinus betulus-, una especie actualmente extinta en la mayor parte de la península Ibérica.

"Los estudios históricos son fundamentales para entender el funcionamiento y la respuesta de los ecosistemas ante los cambios ambientales o las actividades antrópicas y, por tanto, también para gestionarlos en el presente y en el futuro", destaca García Moreiras, que ha trabajado en este estudio durante los últimos cuatro años dentro del grupo Basan y el Laboratorio de Palinología de la Facultad de Biología.

Además de restos de polen, la investigadora analizó muestras de dinocysts o quistes de dinoflagelados fosilizados -algas unicelulares- y algunas esporas de hongos. Y todo este material fue obtenido de los sedimentos someros costeros extraídos en diferentes puntos de las rías de Vigo y Arousa a profundidades de entre 20 y 50 metros. Estas campañas se realizaron a bordo del Mytilus, el buque oceanográfico del CSIC.

La novedad del estudio, que constituye su tesis doctoral, radica en que amplía el conocimiento actual sobre la última transición Glaciar-Interglaciar en el noroeste ibérico, un periodo sobre el que además existían "escasos datos" en territorios litorales. "La ventaja es que podemos reconstruir de forma simultánea el ambiente costero y el terrestre", apunta la autora.

Las secuencias sedimentarias incluyen los periodos MIS-3 (Marine Isotopic Stage 3) y el Holoceno y su trabajo, dirigido por Castor Muñoz Sobrino, ha originado resultados novedosos, por ejemplo, los relacionados con la distribución del carpe europeo.

"Las Rías Baixas fueron muy importantes durante la última transición Glaciar-Interglaciar para esta especie, que empezaría su declive en el Holoceno inicial", destaca.

El trabajo de García Moreiras también aporta datos interesantes sobre la distribución de algunas especies de quistes de dinoflagelados y describe nuevos tipos.

"En general, las Rías Baixas experimentaron cambios importantes en el nivel del mar desde hace 57.000 años. El más relevante se produjo en el Holoceno inicial, cuando comienza la época más cálida y la expansión arbórea posglaciar. Los estudios de mis compañeros de estratigrafía establecen que el nivel del mar habría bajado unos 120 metros por debajo del actual y que hace unos 10.000 años estaría 30 metros por debajo, lo que supone una variación de unos 90 metros", comenta.

Estancia en Canadá

La bióloga viguesa también realizó una estancia de tres meses en la Escuela de Ciencias de la Tierra y el Océano de la Universidad de Victoria, en Canadá, para mejorar las técnicas de análisis de palinología marina. Y durante ese periodo también realizó un estudio de alta resolución de muestras más recientes de la ría de Vigo, datadas de los últimos siglos.

"Estos registros palinomorfos se pueden comparar con los datos ambientales. El objetivo fue obtener datos de referencia que nos ayuden a interpretar las muestras más antiguas, puesto que no disponemos de registros ambientales para esas secuencias temporales y tenemos que inferirlos", detalla.

Las muestras viguesas analizadas en Canadá reflejan varios hitos: el declive de la agricultura a principios del siglo XX, las reforestaciones con pino y eucaliptos, y cambios climáticos pronunciados como el ocurrido al final de la Pequeña Edad de Hielo, en torno al año 1900.

"También han quedado registrados los efectos en los ecosistemas marinos de las actividades antrópicas, la contaminación de la industria, los metales pesados y los cambios hidrológicos", añade.

Por el contrario, en las secuencias analizadas para el grueso principal de su tesis, las pertenecientes a la transición Glaciar-Interglaciar, todavía no se reflejan los efectos causados por el ser humano, a pesar de que hacia el final de ese periodo empieza el Neolítico y el desarrollo de la agricultura.

La intención de García Moreiras, una vez que defienda su tesis, es continuar reconstruyendo los paleocosistemas de las Rías Baixas: "Me gustaría seguir ampliando esta línea. Hay muchos proyectos en mente y mis compañeros han empezado ahora con las Rías Altas".