La Asociación Amigos de la Ópera de Vigo estrena una nueva edición de su Otoño Lírico, este domingo, con una versión concierto de "La Sonnambula", de Vincenzo Bellini. Se trata de una ópera semiseria en la que una joven que sufre sonambulismo, Amina, tiene que enfrentarse a las sospechas de infidelidad tras ser descubierta en la habitación de un viajero. La elegida para encarnarla es la soprano Marina Monzó, que con solo año y medio de carrera se ha abierto hueco en las temporadas líricas españolas e incluye citas internacionales en su gira. En el colectivo vigués se congratulan de haber contratado a esta joven promesa "hace meses", porque dudan de que vaya a seguir a su alcance.

-Amigos de la Ópera de Vigo la presenta como "una de las voces más prometedoras y de mayor futuro a nivel mundial". ¿Se imaginaba esto hace solo dos años?

-Sinceramente, no. Aún estoy en el conservatorio. Debuté en enero de 2016 en la temporada de la ABAO [Asociación Bilbaína de Amigos de la Ópera] y fue todo un poco por sorpresa. Me llamaron diez días antes de empezar los ensayos, tuve que estudiar "La Sonnambula" superrápido y siguió todo a esa velocidad. No me ha dado tiempo ni a asimilarlo prácticamente. Siempre he estado metida en la música, con la flauta travesera, pero llegar a este nivel, de estar en teatros con cantantes de trayectoria internacional, no lo esperábamos nadie en la familia. Estamos todos muy contentos.

-¿Cuál cree que fue la clave de este debut tan fulgurante?

-Hice una masterclass en la que canté "La Sonnambula" y alguien debía estar escuchándolo. La que tenía que cantar el papel de Amina del segundo cast [reparto] canceló y me llamaron. A partir de ahí, vino todo enlazado.

-Así que estaba en el lugar adecuado, en el momento adecuado, pero entiendo que luego tuvo que demostrar también.

-Exacto. En el primer momento, respondí que no lo podía hacer porque no lo había estudiado, no lo había cantado. En solo diez días, prepararse "La Sonnambula", un rol tan grande y para una persona que ni había debutado, asustaba un poco, pero luego ya fue todo muy bien.

-Llega a Vigo con ese primer rol, ¿qué representa para usted?

-Al ser el primer papel con el que debuté, me apetece muchísimo repetirlo. Además, ahora que tengo más experiencia, sé que será diferente.

-¿Qué tiene la protagonista, Amina?

-Para mi técnica actual es perfecto porque al ser belcantista y tan relajado y agradecido puedes mostrar todo tu potencial. Tanto a nivel técnico como escénico. En este caso no, porque será en versión concierto, pero si fuera escenificada, se podría demostrar mucho.

-Amina sufre episodios de sonambulismo que se malinterpretan. ¿Ha vivido alguno usted?

-(Se ríe) Hablo todas las noches, me río y lloro, siempre. De llegar a levantarme no, pero sí que lo soy un poco. Es muy divertido hacer de sonámbulo.

-¿Se identifica con otros aspectos de este personaje

-Sí. Parece que no tenga carácter porque vive por y para Elvino, pero sí que tiene. Dice algunas frases que realmente ves que tiene carácter. Al ser una persona que ha nacido sin familia y a la que acogió Teresa, tiene su lado más maduro en ese aspecto.

-¿Es usted una cantante más vocal o de interpretación dramática?

-Es fundamental meterse en el personaje. Hace unos años, era más importante ser excelente a nivel vocal. Pero ahora, que somos tantos cantantes y está tan demandado, nos metemos mucho en el aspecto interpretativo, así que es fundamental también. Incluso, te hace cantar mejor. Me encanta meterme cien por cien en el personaje siempre, sea cual sea, sea un pequeño papel o más grande.

-¿Cuál es el mayor desafío al que se enfrenta esta temporada?

-"La Sonnambula" me apetece muchísimo y de aquí a diciembre es lo más importante. Luego me tengo que ir a Omán, de cover de Olga Peretyatko en Rossini. También tengo el debut en el Teatro de la Zarzuela con la "La tabernera del puerto"; en Pekín, con "Don Giovanni"; y en San Carlo di Napoli, con "Rigoletto".

-Es su segunda temporada y ya tiene citas en el extranjero. ¿Le llueven las ofertas?

-Va todo muy rápido. De un sitio que canto, me sale otro, o un director que te escucha y te salen otras cosas.

-¿Al inicio de una carrera, se selecciona lo que se hace o se intenta con todo lo que le proponen?

-Mi caso ha sido un poco raro, porque solo he hecho un concurso y para los cantantes jóvenes son muy importantes para que te puedan oír. La Academia Rossiniana, en Pessaro, a la que me invitaron, es un escaparate mundial. Y si te vuelven a llamar para cantar, como ha sido mi caso, más aún. Te escucha muchísima gente.

-¿Cuál es su meta?

-¡Uf! No sé. Ahora, como me está llegando todo muy de sopetón, no me da tiempo a pensar a dónde quiero llegar. Estoy muy contenta porque no voy a hacer nada que no crea que está a mi alcance. Me gustaría seguir cantando.