A la nueva silueta del puente de Rande le quedan solo los pasos finales. Las constructoras encargadas de la ampliación trabajan a contrarreloj en el viaducto, donde casi han completado el montaje de los tableros exteriores. A día de hoy ambos carriles están pendiente solo de la colocación del último par de dovelas, las piezas que sostendrán los terceros viales. El primero de esos segmentos se elevó hace ya meses, a mediados de marzo, y desde entonces las constructoras han ido izando las restantes piezas. Una vez ensambladas y asfaltadas, sobre ellas circulará el tráfico entre Vigo y O Morrazo, que tendrá acceso además al tablero central.

Desde principios del verano las constructoras intensificaron el ritmo de los trabajos en el puente, reforzando las plantillas y estableciendo tres turnos diarios. El objetivo es tener listos los tableros exteriores del puente antes de que termine el año. Aunque el proyecto en su conjunto -que contempla no solo la ampliación del viaducto, sino también de sus accesos en Redondela y Teis y el enlace con el reformado corredor de O Morrazo- podría tardar algo más, las labores en el puente avanzan para abrir los nuevos carriles al tráfico ya a finales de año, algo que los propios sindicatos consideraban viable hace apenas un par de meses.

El tener lista la obra antes de que se estrene 2018 tiene una importancia especial para Audasa, la concesionaria de la AP-9 y quien contrató a las constructoras. El convenio firmado en 2011 por Fomento y la responsable de la autopista contempla que, una vez finiquitada la ampliación, Audasa podrá empezar a aplicar una subida del canon del 1% anual de forma acumulativa y durante 20 años. Pero también apunta que ese incremento solo podrá empezar a aplicarse "a partir del 1 de enero del año siguiente a aquel en el que finalicen las obras". Ese matiz es crucial. Si el proyecto se prolonga más allá de 2017, el incremento de canon no podría llevarse a cabo hasta 2019. Si por el contrario se alcanzase el objetivo de abrir los nuevos carriles antes del próximo enero -aunque el conjunto de la ampliación no estuviese completamente finalizado- cabría la posibilidad de encarecer la tasa ya en 2018.

La ampliación de Rande debería haber culminado el pasado abril, según el compromiso asumido en su día por Audasa. La concesionaria acumuló sin embargo una demora considerable al intentar cambiar el proyecto original de ampliación de Rande, una pretensión a la que se opuso Fomento y que incluso mereció un pronunciamiento desfavorable de la Abogacía del Estado. Debido a ese retraso Fomento amplió el plazo de ejecución a agosto, fecha que volvió a incumplirse. En la actualidad el ministerio sostiene sin embargo que el calendario vigente es el de 36 meses recogido en el convenio original, que se cumpliría en marzo de 2018.