Limpieza de calzada, retirada de cascotes, liberar a animales atrapados o excarcelar a heridos tras una accidente de circulación. Ya no solo de incendios viven los bomberos. Una de las intervenciones que mas ha crecido en relación a años anteriores son los denominados servicios humanitarios, y es que una de cada cinco emergencia que registra el servicio municipal de bomberos son para atender caídas o desfallecimientos de personas mayores o vecinos con obesidad que han quedado inmovilizados en sus hogares. Estos rescates o auxilios requieren en ocasiones de una gran destreza por parte de estos efectivos. En lo que llevamos de año fueron varias las intervenciones que provocaron el aglutinamiento de curiosos y transeúntes ante lo asombroso y también engorroso de la asistencia.

Una de ellas tuvo lugar en enero en Castelao, donde los bomberos tuvieron que hacer uso de su escalera más grande, 27 metros, para poder llegar a la planta 14 de un edificio cuya moradora de 92 años había sufrido una indisposición y no podía moverse. Otra de estas emergencias se produjo este mismo verano, cuando uno de los efectivos tuvo que descolgarse desde lo alto de un octavo piso hasta el séptimo para poder entrar en la vivienda de una anciana que sufrió una caída en su domicilio. Ayer los efectivos tuvieron que hacer frente a tres de estas emergencias al no responder a las llamadas uno de los inquilinos de estas viviendas, y otro tras haber sufrido una caída en su domicilio.

Su intervención en este tipo de emergencias está muy ligada a la de Policía Nacional y Local. Fuentes policiales reconocían que habitualmente son los propios vecinos los que dan la voz de alarma al llevar varios días sin ver a un residente mayor o que escucharon un golpe de caída. Ante esta situación y en un primer término, los agentes se ponen en contacto con algún familiar, ya que es posible que tengan una copia de las llaves que facilite la entrada en la vivienda. Cuando la entrada en la vivienda no es tan sencilla, los agentes se ponen en contacto con el servicio de bomberos de la ciudad. El rescate a personas, aperturas de puertas por indisposición o intentos de suicidio suman más de 200 casos auxiliados por los bomberos de Vigo en el último año.

Casi 2.000 emergencias

A estas intervenciones hay que sumarle las relativas a incendios, retirada de velutinas, inundaciones, limpiezas de calzada, mediciones de gas, limpieza de casquetes por caída de cornisas o ventanas u otro servicios que aglutinan un total de 1.873 asistencias, 308 más que las emergencias registradas en 2015 en la ciudad y área.

Según se desprende de este informe, velar por el orden, limpieza y seguridad en las calles no es solo labor de la Policía Local. Y es que más de un centenar de salidas de los efectivos fueron motivadas por la caídas de árboles, carteles publicitarios, muros o postes eléctricos. A estos hay que sumar también las 123 intervenciones de bomberos en la limpieza de calzada tras una mancha de aceite por un vertido o a raíz de un accidente de tráfico. Una de las más graves se registró en el mes de mayo, cuando los efectivos tuvieron que hacer frente a un vertido de combustible en la calle Rosalía de Castro, García Barbón y Teis, llegando a superar la mancha el kilómetro de longitud.

Las mediciones de gas, las intervenciones en explosiones o incluso la revisión de daños estructurales en los edificio conllevaron casi una veintena de salidas el año pasado.