Eligieron A Ramallosa, en Nigrán, como el lugar donde actuar. Fue en esa localidad, concretamente en el entorno de la discoteca en la que se produjeron los hechos de esta última sentencia, donde los Chukis se movían principalmente. Solían cometer pequeños robos mediante agresiones en grupo. Estos pandilleros estaban supuestamente liderados por dos chicos sudamericanos.

El sinfín de hechos violentos -se contabilizaron más de 80 peleas, riñas, hurtos o episodios de resistencia policial en esa zona en un solo año- hizo a la Guardia Civil tomar cartas en el asunto. Fue en febrero de 2016 cuando un operativo desarticuló a este grupo juvenil: en aquella investigación fueron identificados unos 40 jóvenes de entre 16 y más de 30 años.

La causa más importante contra los Chukis, la que derivó de esa operación del Instituto Armado, la asumió el Juzgado de Instrucción 5 de Vigo. Pero al margen de esta investigación judicial, el reguero de incidentes protagonizados por estos jóvenes ya dio lugar a numerosos juicios en la ciudad olívica. Junto a esta última, otras sentencias condenatorias destacadas son la de la paliza que sufrió un joven para robarle en la zona de copas de Churruca u otra agresión a botellazos y con puños americanos en Panxón (Nigrán) en un San Juan.