Bicicletas en lugar de locomotoras. Senderistas pertrechados con palos de trail running en vez de viajeros acomodados en sus butacas, tras las ventanillas de un vagón. Los colectivos A Golpe de Pedal, Pedaladas, Arousa en Bici y As Salinas de Ulló plantean dar una segunda vida a las viejas vías del tren, ahora en desuso, que transcurren entre el centro de Vigo y Redondela y de Arcade hacia Pontevedra. Más de 10 kilómetros de travesaños abandonados que -reivindican las asociaciones- podrían convertirse en una senda verde para peatones y ciclistas. "Sería una infraestructura de futuro", anota José Manuel Suárez, presidente de A Golpe de Pedal. Un trazado de esas características, extenso, que bordea el litoral, permitiría -remarca Suárez- conectar el centro de Vigo con Chapela y Rande y brindaría una ruta única a los amantes del ciclismo que ahora acuden al norte de Portugal. El domingo pasado decenas de ciudadanos protagonizaron una marcha entre Vigo y la urbe del Lérez para pedir que el proyecto se haga realidad. La iniciativa goza además de una inusual unanimidad social y política.

Los colectivos ciclistas proponen iniciar el recorrido en el centro de Vigo, a la altura de San Lorenzo, y avanzar por Teis hacia Chapela. Una vez allí la senda continuaría por la parroquia redondelana hacia Rande, siempre siguiendo el recorrido de la vía ferroviaria que conectaba con la antigua estación de Urzáiz y que ahora está cercada en muchos puntos por la maleza. A la altura de Aucosa aproximadamente la vía vuelve a estar operativa hasta Arcade, por lo que es necesario trazar un recorrido alternativo. Los colectivos ciclistas tienen ya sobre la mesa una propuesta de unos 15 kilómetros que aprovecha caminos ya existentes y necesitaría solo de algunas conexiones nuevas. Desde el puente que cruza el río Verdugo parte un nuevo tramo que avanza por Pontesampaio, Figueirido y O Alcouce. Habría un quinto trecho, de algo más de 3 kilómetros, entre Vilaboa y Pontevedra y finalmente el remate, de Lusquiños a la urbe del Lérez. En total, entre Arcade y Pontevedra, sumarían 9 kilómetros: 5 por viejos travesaños y el resto por vías de servicio paralelas. El conjunto de la senda alcanzaría los 30 kms.

Suárez señala que el objetivo es que el itinerario sea distinguido como "senda verde" a nivel estatal, lo que demostraría el atractivo del recorrido para los pontevedreses y serviría también para captar turismo. El colectivo es ambicioso y sugiere incluso la posibilidad de conectar ese recorrido Vigo-Pontevedra con una ruta de Eurovelo que llegaría a A Guarda y empataría con Portugal o darle continuidad por el norte para enlazarla con el Cantábrico.

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La senda verde no es el único futuro que se plantea para el viejo trazado ferroviario. Los vecinos de Chapela apuntan que la infraestructura podría aprovecharse para crear un servicio de tren de cercanías con Vigo. Su presidente, Marcial Pérez, insiste en las ventajas que tendría esa conexión. También la Asociación Veciñal de Teis lo considera una idea interesante. A Golpe de Pedal pone el acento sin embargo en que la clave es la senda verde y señala el coste que tendría activar un tranvía.

La propuesta del servicio de cercanías se sustenta en un extenso estudio del ingeniero Juan Álvarez Villar. Para el tramo Urzáiz-Chapela plantea tres opciones: una senda de 7 metros de ancho con espacio para peatones y cercanías; una alternativa más ambiciosa, que amplia el ancho a 9 metros y reserva 2 m para un carril bici; y una tercera, que compaginaría la circulación de buses y tranvía.

1 Vigo-Chapela: Un paseo que parte del centro hacia Chapela con parada en A Riouxa

  • Los colectivos ciclistas quieren aprovechar las vías de tren en desuso que parten del mismo centro de la ciudad, a la altura de San Lourenzo. Desde allí la vieja infraestructura ferroviaria avanza por Teis hacia Chapela en un recorrido que mide unos 3,5 kilómetros. A lo largo del trayecto ciclistas y peatones pasarán cerca de dos puntos especialmente atractivos: A Guía, desde donde se obtiene una vista privilegiada de la ciudad y que ofrece un atractivo paseo que se completa con la ETEA y el litoral de Teis; y A Riouxa, un extenso parque de 60 hectáreas proyectado por el arquitecto catalán Ricardo Bofill. Disfrutar de este último reclamo sería sencillo para ciclistas y senderistas, ya que queda muy cerca de las viejas vías; A Guía y ETEA sin embargo exigirían un desvío un poco más largo. Desde la Asociación de Vecinos de Chapela apuntan las ventajas de aprovechar la infraestructura ferroviaria para crear un servicio de tranvía con el centro de la ciudad. A Golpe de Pedal señala sin embargo que la ruta verde mejoraría la conexión entre Vigo y Chapela a un coste muy inferior al de un tranvía. Por eso abogan por centrarse en la senda.

2 Chapela-Rande: Un paseo entre Chapela y Rande bordeando el litoral

  • Desde Rande las viejas vías del tren continúan su curso hasta aproximadamente la nave de Aucosa, a la altura del puesto de peaje de Rande. Allí el trazado ferroviario vuelve a estar operativo, con lo que -para que senderistas y ciclistas puedan continuar sus paseos sin interrupción hasta Arcade, que es el punto donde vuelve a encontrarse un tramo de vía sin uso- es necesario trazar recorridos alternativos a la vía del tren. En el tramo Chapela-Rande, de unos 2,4 kilómetros, el viajero puede disfrutar de un paseo muy próximo a la costa que pasa además por el antiguo apeadero de Chapela. Desde A Golpe de Pedal se apunta que, si se adecua, la senda ofrecería un trayecto único para que los apasionados de las dos ruedas puedan disfrutar de sus bicicletas. Su presidente, José Manuel Suárez, destaca las ventajas que tendría para la movilidad dentro del área y apunta además que la senda verde podría atraer incluso a gente de fuera, del mismo modo que muchos ciclistas o senderistas gallegos se desplazan ahora al norte de Portugal para disfrutar de sus sendas. "Supondría una infraestructura de futuro", comenta.

3 Rande-Arcade: Disfrutar de Meirande, vistas a la isla de San Simón o Sotoxuste

  • Entre Rande y Arcade las vías del ferrocarril siguen operativas, con lo que los colectivos ciclistas plantean un recorrido alternativo que finalizaría en el puente del río Verdugo. En total sumarían cerca de 14,8 kilómetros que transcurrirían en algunos tramos de forma paralela a la vía del tren y en otros con diferentes caminos ya existentes. Desde A Golpe de Pedal se apunta sin embargo que sí sería necesario realizar pequeñas conexiones para enlazar sin interrupciones todo el itinerario. El trayecto arrancaría en Redondela, un poco antes del puente de Rande, y avanzaría muy próximo a algunos lugares de especial interés paisajístico e histórico. Una de las primeras paradas sería por ejemplo el museo Meirande, que permite asomarse a la fascinante batalla de Rande. A medida que el itinerario avanza el senderista o ciclista pasaría cerca del antiguo cargadero de wolframio, A Portela, el espacio natural del río Alvedosa e Pexegueiro, la isla de San Simón, Sotoxuste, O Puntal o Punta Muxeira. Alejandro Costa, de A Golpe de Pedal, anota las ventajas de la propuesta, aunque reconoce que de momento se trata solo de un borrador.

4 Pontesampaio-Figueirido (O Alcouce): Las salinas de Ulló, el paraíso por descubrir a unos metros de la vía

  • El viejo puente ferroviario hoy sin uso sobre el Verdugo podría servir para conectar Arcade con Pontesampaio en donde arrancaría un nuevo tramo de esta ruta siguiendo la vieja vía hoy totalmente abandonada. Durante unos 4,7 kilómetros de recorrido se abriría uno de los tramos de antigua línea ferroviaria con más atractivo para su recuperación, dado que discurre muy apartada del actual Eje Atlántico y por parajes de gran valor paisajístico y natural. Quizá el más significativo es el de las salinas de Ulló, ubicado apenas a unos metros de la vía y al que se podría llegar por senderos alternativos y que ofrece al caminante además la posibilidad de nuevos recorridos y rutas. Las salinas cuentan con una gran belleza pero además esconden tesoros como una antigua granja jesuita abandonada que sorprende al visitante. La asociación Salinas de Ulló trata de promover proyectos para recuperar este entorno y cree que sería un gran atractivo turístico de contar con la senda verde. La isla de Medal también está en las cercanías. La vía continúa por diferentes caminos y vericuetos hasta Figueirido.

5 Figueirido-Lusquiños: El encanto de las viejas infraestructuras que dejó el tren

  • A la altura de Figueirido, más o menos en O Alcouce y todavía en el municipio de Vilaboa, el trazado de la vieja vía hoy abandonada vuelve a discurrir en paralelo con el actual trazado del Eje Atlántico durante al menos unos 3,2 kilómetros hasta Lusquiños. Al llegar al núcleo de A Carballeira, en Lusquiños, ya en el municipio de Pontevedra, colectivos como Pedaladas proponen que la senda abandone la vieja vía del tren (que continúa todavía unos centenares de metros hasta fundirse con el actual trazado) y utilizar distintas vías secundarias para cruzar el Eje Atlántico y llegar hasta el puente de A Condesa, un enclave también de gran interés para el visitante, dado que es un puente que es ejemplo de arquitectura popular. Este tramo también destaca por el encanto de atravesar algunas de las viejas infraestructuras ferroviarias que ahora están en estado de abandono. Es el caso de un arco sobre las viejas vías en A Carballeira. Además, mejoraría la conectividad peatonal y ciclista entre Pontevedra y Vilaboa. La senda bajaría desde el puente de A Condesa de nuevo hacia el trazado de la línea ferroviaria.

6 Lusquiños-Pontevedra: Entrada a Pontevedra a través del espacio natural del río de Os Gafos

  • El último tramo de la senda con sabor ferroviario sería el que discurre desde el puente de A Condesa a través de una vía de servicio paralela al Eje Atlántico abierta a raíz precisamente de la construcción de la Alta Velocidad. Hoy en día es ya practicable y conduce a otro enclave de interés como es el restaurado molino de Salcedo. La ruta verde continuaría por diversos caminos de O Marco, cruzando bajo el nudo de O Pino. La única dificultad a superar en esta zona es que la nueva "vía verde" debería buscar una fórmula para cruzar la vía del tren en un punto cercano al lugar en donde se produce la bifurcación de la línea ferroviaria hacia el Puerto de Marín. Una vez sorteada la vía, la senda coincidiría en un pequeño tramo con el Camino Portugués a Santiago en su entrada a Pontevedra y en la Rúa da Estación entroncaría con el sendero del tramo urbano del Gafos, Espacio Natural de Interés Local, y que permitiría al caminante llegar hasta el parque de Campolongo o la calle Alcalde Hevia, es decir, pleno centro urbano de Pontevedra, con el casco histórico de la ciudad a su alcance.